El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado este jueves una comparecencia marcada por la tensión en la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado, donde se analizan las presuntas irregularidades en torno al exministro de Transportes José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el ex número dos del PSOE, Santos Cerdán, actualmente en prisión.
Sánchez, visiblemente molesto durante su intervención, ha denunciado el tono de la sesión y la orientación política del interrogatorio de los grupos de la oposición. Durante su turno de palabra ante el Grupo Mixto, el presidente ha calificado el encuentro como una “comisión de difamación”, provocando la reprimenda inmediata del presidente de la comisión, el senador del PP Eloy Suárez. “No, yo creo que esto es un circo”, ha zanjado Sánchez en respuesta a Suárez, en una de las frases más comentadas de la jornada parlamentaria.
“Váyase”: el enfrentamiento con UPN
Uno de los momentos más tensos del día se produjo durante la intervención de la portavoz de Unión del Pueblo Navarro (UPN), María del Mar Caballero, quien concluyó su interrogatorio con una frase que recordó a los rifirrafes políticos del pasado: “Váyase. No sabemos hasta dónde puede estar implicado, pero usted es el responsable último” de la trama de corrupción del caso Koldo.
Sánchez se tomó la afirmación con cierta ironía, replicando con un tono aparentemente distendido: “Tengo que responder a unos cuantos grupos antes de salir de esta casa”. La tensión en la sala fue evidente, con gestos de incomodidad entre los senadores del PSOE y aplausos irónicos desde los escaños de la oposición.
Al concluir el intercambio, el presidente de la comisión, Eloy Suárez, reprendió a Sánchez por sus críticas a la investigación y defendió su legitimidad. “Es una cosa muy seria”, recordó el senador popular. A lo que el presidente del Gobierno respondió con firmeza y sin matices: “No, yo creo que esto es un circo”.
Choque con Vox: acusaciones y desmentidos
Tras el intercambio con UPN, tomó la palabra el portavoz de Vox en la comisión, Ángel Pelayo Gordillo, quien cargó duramente contra Sánchez por sus declaraciones previas y por su actitud durante la comparecencia. “¿Comisión de difamación? ¿Qué respeto tiene usted a esta casa?”, le reprochó Gordillo, elevando el tono del debate.
El senador de Vox hizo además referencia a temas ajenos a la causa, aludiendo a supuestos negocios del suegro de Sánchez y afirmando, de forma falsa, que su esposa, Begoña Gómez, también estaría implicada en la investigación. “Aquí nos surtimos de informes de la Guardia Civil y de informaciones periodísticas. Usted no responde”, insistió el portavoz de Vox, mezclando acusaciones políticas con alusiones personales.
Gordillo continuó atacando al presidente con un tono cada vez más provocador: “Todas estas fotografías con las lechugas y chistorras y ese lenguaje tabernario. ¿Cuánto dinero ha cobrado usted?”, preguntó ante el asombro de parte del hemiciclo.
La respuesta de Sánchez fue serena pero contundente. El jefe del Ejecutivo aseguró que mantiene un “inmenso respeto al Senado” y reprochó a los senadores de Vox y del PP que utilicen la comisión con fines partidistas. “Esta institución debería centrarse en otras cuestiones y no en esta comisión de investigación”, replicó.
El presidente, entre la incomodidad y el desafío
Durante toda su comparecencia, Sánchez mostró gestos de irritación y cansancio ante lo que calificó como un ejercicio de desgaste político. Según fuentes del entorno de Moncloa, el presidente llegó al Senado con la intención de “dar la cara” y demostrar que “no tiene nada que ocultar”, pero su intervención derivó en un enfrentamiento directo con la oposición.
El caso Koldo, que estalló a raíz de las investigaciones sobre presuntas comisiones ilegales en la compra de mascarillas durante la pandemia, se ha convertido en uno de los temas más incómodos para el Gobierno. La causa afecta a figuras del entorno socialista como el exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, considerados los principales implicados.
La situación se agravó con el ingreso en prisión del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, acusado de haber participado en la trama.
Una comparecencia bajo presión
La comisión de investigación del Senado, impulsada por el Partido Popular, ha sido criticada desde el inicio por el Ejecutivo y el PSOE, que consideran que su objetivo es erosionar políticamente a Sánchez y desgastar la imagen del Gobierno.
En ese contexto, el presidente decidió acudir personalmente, convirtiéndose en el primer jefe del Ejecutivo en activo que comparece ante esta comisión. Desde su llegada, fue recibido en un ambiente cargado, con expectación mediática y duros reproches de la bancada de la oposición.
El enfrentamiento con los grupos de UPN y Vox marcó la jornada, pero también hubo intervenciones de senadores del PP que insistieron en vincular la figura del presidente con las decisiones tomadas durante la gestión de la pandemia.
Sánchez, sin embargo, trató de evitar entrar en detalles judiciales y se centró en cuestionar el tono político de la investigación. “Esta no es una comisión de investigación, es una comisión de difamación”, reiteró.
