La industria española del automóvil lleva años lanzando señales de alarma. España, tradicionalmente el segundo fabricante de coches de Europa y uno de los grandes polos productivos del mundo, acaba de perder su posición a favor de Brasil.
Esta caída forma parte de una crisis más profunda que afecta a todo el continente. Desde la pandemia, Europa ha pasado de vender 19 millones de vehículos al año a apenas 15 millones, un desplome que ha repercutido directamente en las fábricas españolas: el país ha dejado de producir dos millones de unidades, equivalente, como subraya el sector, a que las 16 plantas españolas hubieran estado paradas un año entero.
Ante este panorama, la industria coincide por primera vez en décadas en un diagnóstico común: si en España no se venden más coches, las plantas automovilísticas situadas en nuestro territorio no podrán mantener su volumen de producción. Ese consenso ha llevado a que patronales, agentes sociales, eléctricas, comunidades autónomas y el Ministerio de Industria, con Jordi Hereu al frente, impulsen un gran plan de rescate: el Plan Auto 2030.
Un sector unido y un mensaje claro: o España vende más coches o pierde su industria
El sector, con Anfac a la cabeza, ha conseguido al fin lo que parecía imposible: un frente común. Tras meses de reuniones, han sintetizado su mensaje en una idea muy sencilla: el mercado interno debe reactivarse si España quiere conservar su papel estratégico en la automoción europea.
El Plan Auto 2030 es la herramienta propuesta para lograrlo. Se trata de un programa con alcance transversal, que abarcará tanto a las fábricas como a los compradores, y que busca corregir los errores del actual sistema de ayudas, especialmente del Moves, considerado insuficiente y mal gestionado.
Aunque los detalles definitivos aún no se han hecho públicos, las líneas maestras están bastante claras.
Ayudas directas y sin pasar por el IRPF: el gran cambio del Plan Auto 2030
El elemento clave que definirá al Plan Auto 2030 será la ayuda directa al comprador. El sector pide que la subvención:
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Se descuente en el mismo momento de la compra, en el concesionario.
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No compute en el IRPF, evitando que afecte a la declaración anual.
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No dependa de convocatorias autonómicas lentas o insuficientes, como ocurre actualmente.
A falta de concreción, todo apunta a que las ayudas serán similares a las del Moves: entre 4.000 y 7.000 euros, dependiendo del tipo de vehículo y de si se entrega un coche antiguo. El plan estaría dirigido sobre todo a:
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Coches eléctricos 100%
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Híbridos enchufables
Aunque no se descarta que, en la recta final de las negociaciones, se incluya también a los híbridos no enchufables, pero con cuantías menores.
El Plan Auto 2030 también apuesta por una gestión centralizada de los fondos, para evitar los problemas que actualmente generan diferencias entre comunidades. Hay autonomías que ni siquiera han activado aún el Moves, mientras que otras agotaron los fondos hace meses, dejando en el limbo a miles de compradores.
El fracaso del Moves como precedente: retrasos, desigualdades y subvenciones que no llegan
Una parte importante del diagnóstico del sector se centra en los errores del Moves:
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Subvenciones que tardan hasta dos años en cobrarse.
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Comunidades autónomas sin fondos, lo que deja a compradores con la ayuda aprobada pero sin recibir un euro.
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Procesos farragosos, difíciles de tramitar y sin homogeneidad en todo el Estado.
El sector pide evitar que esa situación “se quede en el olvido”, pues los retrasos han provocado una enorme desconfianza entre los consumidores. Existen miles de compradores a los que se les aprobó la ayuda, pero no hay garantía de que llegue la partida presupuestaria necesaria para pagárselas.
Este escenario, advierten, está paralizando la renovación del parque automovilístico, uno de los más envejecidos de Europa.
Un plan inspirado en el éxito valenciano
El diseño del Plan Auto 2030 toma como referencia el Plan Reinicia Auto, una iniciativa impulsada en la Comunidad Valenciana tras la DANA que sí consiguió dinamizar la venta de vehículos y que se basaba en tres elementos clave:
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Ayuda directa en factura.
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Gestión ágil.
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Impacto inmediato en el bolsillo del comprador.
Según el sector, reproducir ese modelo a escala nacional permitiría acelerar la transición hacia los vehículos electrificados y, al mismo tiempo, preservar la capacidad productiva de las fábricas españolas, que dependen en gran medida del consumo interno para recibir nuevos modelos de fabricación.
Un reto industrial y económico decisivo para España
El sector del automóvil supone:
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El 10% del PIB español
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Más de 2 millones de empleos indirectos
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Cientos de miles de empleos directos en fábricas, concesionarios y logística
Es, por tanto, un sector estratégico cuya caída impactaría de forma grave en la economía nacional.
Los fabricantes recuerdan una frase clave en su diagnóstico: “Si España no vende más coches, España no fabricará más coches”. El Plan Auto 2030 se plantea como la única vía para evitar esa deriva.
¿7.000 euros por coche? Lo que puede esperar el comprador
Si las negociaciones avanzan como espera la industria, el comprador podría encontrarse con:
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Entre 4.000 y 7.000 euros de descuento directo en la compra de un coche electrificado.
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Un sistema homogéneo en todo el país.
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Pago inmediato, sin trámites posteriores ni dependencia del IRPF.
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Posibilidad de incluir híbridos no enchufables.
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Seguridad jurídica: ayudas garantizadas desde el inicio.
A la espera de que el Gobierno desvele la letra pequeña, el sector confía en que el Plan Auto 2030 sea el movimiento capaz de cambiar la tendencia del mercado automovilístico español.












