La dimisión del jefe de redes sociales de Vox ha sacudido al partido en uno de sus momentos de mayor exposición mediática. Javier Esteban, hasta ahora responsable de la estrategia digital de la formación, ha presentado su renuncia y ha solicitado la baja como militante después de que trascendiera una denuncia por presunto acoso sexual a un militante cuando este era menor de edad. La noticia, adelantada por varios medios nacionales, ha generado un fuerte impacto interno y ha abierto un nuevo frente de controversia en el seno del partido.
Según la información conocida, Esteban no solo ha abandonado sus responsabilidades dentro de Vox, sino que ha querido dejar constancia pública de su versión de los hechos. En un mensaje difundido en la red social X y recogido por Europa Press, el ya exdirigente ha asegurado que demostrará su inocencia y ha atribuido el origen de la acusación a dirigentes de la organización juvenil Revuelta, a quienes señala directamente como responsables de impulsar la denuncia.
Una dimisión inmediata para “no perjudicar a Vox”
En su comunicado, Javier Esteban explica que ha decidido dar un paso al lado de forma inmediata. “Nada de esto afecta al partido”, sostiene, al tiempo que justifica su salida como una forma de evitar daños mayores a la formación política. En ese mismo mensaje anuncia también que abandona sus responsabilidades laborales, recordando que se incorporó a Vox en el año 2014 y que ha formado parte del proyecto durante más de una década.
Esteban afirma que su baja como militante es voluntaria y responde a la voluntad de no arrastrar al partido a una polémica que, en su opinión, tiene un origen ajeno a Vox. “Nunca he agredido a nadie. Demostraré mi inocencia”, señala de forma tajante en su publicación.
La denuncia por presunto acoso sexual
La existencia de la denuncia fue publicada por los diarios ABC y El Mundo. Según estas informaciones, un militante de Vox y de la organización juvenil Revuelta presentó una denuncia contra Javier Esteban por presunto acoso sexual. Los hechos denunciados se habrían producido en el año 2023, cuando el joven tenía 16 años.
De acuerdo con lo publicado, Esteban habría enviado mensajes insistentes al menor para concertar encuentros, a los que este accedió. En una de esas citas, el entonces responsable de redes sociales del partido supuestamente realizó tocamientos “con ánimo sexual y libidinoso”. El denunciante, que actualmente tiene 18 años, habría manifestado además ante la Policía que podrían existir al menos otros dos casos con menores.
Estas revelaciones han generado una fuerte conmoción, no solo por la gravedad de los hechos denunciados, sino también por la posición orgánica que ocupaba Esteban dentro del partido.
Las acusaciones contra Revuelta
En su defensa pública, Javier Esteban ha centrado buena parte de su discurso en señalar a la dirección de Revuelta, la organización juvenil vinculada a Vox. En concreto, apunta a Jaime Hernández y Pablo González Gasca como los responsables de la acusación.
El exjefe de redes recuerda que el pasado 30 de noviembre denunció públicamente que ambos dirigentes “se negaban a enseñar las cuentas que solo ellos gestionan en Revuelta”. En su mensaje, establece una relación directa entre esa denuncia y la aparición del caso. “Tras filtrar audios y difundir mentiras, intentan presentarme como alguien perverso. No lo soy”, afirma.
Esteban también subraya el momento en el que se produce la denuncia. Según indica, esta se presenta “dos años después de los supuestos hechos” y “solo unos días después” de exigir transparencia sobre la gestión económica de la organización juvenil. “Cualquiera puede ver la relación”, sostiene.
Un mensaje de defensa personal
El comunicado difundido por Javier Esteban tiene un tono marcadamente defensivo. Además de negar los hechos, insiste en que nunca ha cometido una agresión y en que su objetivo ahora es probar su inocencia. “Nunca he agredido a nadie. Demostraré mi inocencia”, reitera.
En el mismo texto, insiste en desvincular a Vox del caso y en señalar que la controversia responde a un conflicto interno con la dirección de Revuelta. “Es el empeño de Jaime y Pablo por controlar Revuelta y seguir ocultando las cuentas que han gestionado y continúan gestionando sin control”, afirma.
El mensaje concluye con una frase especialmente dura: “Dudo mucho que otros puedan hacer lo mismo”, en referencia a la capacidad de demostrar la inocencia frente a las acusaciones.
