Un terremoto de magnitud 4,2 con epicentro en el mar de Alborán, a menos de 20 kilómetros de las costas de El Ejido (Almería), sacudió la noche del miércoles a buena parte del sureste andaluz. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el seísmo se registró a las 22:38 horas y se produjo a una profundidad de apenas dos kilómetros, lo que explica que fuera claramente perceptible en numerosas localidades.
El temblor, que no ha dejado daños personales ni materiales, se sintió con fuerza en el Poniente almeriense y en el entorno de la capital, además de en varios puntos de las provincias de Granada y Málaga. Las redes sociales se llenaron de testimonios de vecinos sorprendidos.
“Acabamos de tener un terremoto en el Poniente de Almería. Impresionante, y eso que estoy en un bajo”, escribió en X (antes Twitter) el usuario Juan Manuel Góngora, uno de los primeros en reaccionar al movimiento sísmico. Desde el servicio de Emergencias 112 Andalucía confirmaron que, pese a la magnitud del temblor, no se registraron incidencias destacables.
Localidades donde se sintió con más intensidad
El IGN detalló que el terremoto alcanzó una intensidad IV en Las Cabañuelas (Vícar), mientras que en Adra, Almerimar, Balerma, Canjáyar, Dalías, Huércal de Almería, La Mojonera, Roquetas de Mar y Viator la intensidad fue III.
El temblor también se notó en varias localidades de Granada, como Albuñol y Calahonda, y con menor fuerza en Almuñécar, Castell de Ferro y Motril. En la capital almeriense, así como en municipios como El Ejido, Carboneras, Níjar, Berja o Pechina, los vecinos describieron un movimiento corto pero perceptible, acompañado en algunos casos de un leve ruido subterráneo.
En Las Cabañuelas, Protección Civil confirmó que no se produjeron daños, pero reconoció que el susto fue considerable por la proximidad del epicentro.
Una serie sísmica en el mar de Alborán
El IGN ha registrado media docena de pequeños movimientos sísmicos en la misma zona desde la tarde del miércoles. El de magnitud 4,2 ha sido el más intenso de todos ellos, seguido de otros de magnitud entre 1,5 y 2,5.
Durante la madrugada del jueves, la tierra volvió a moverse con tres temblores adicionales, de entre 1,6 y 2,2 grados, también al norte del mar de Alborán y muy próximos al litoral almeriense, a una distancia de entre 13 y 30 kilómetros de la costa. “Ninguno de ellos ha provocado daños personales ni materiales, aunque sí han sido sentidos por la población”, informaron desde Emergencias 112 Andalucía, que mantuvo activo un seguimiento constante durante toda la noche.
Una zona de alta actividad sísmica
El mar de Alborán es una de las áreas con mayor actividad sísmica de España debido a la interacción entre las placas tectónicas euroasiática y africana. En esta franja del Mediterráneo son frecuentes los movimientos de baja y media magnitud, aunque rara vez superan el nivel 4.
El IGN recordó que este tipo de episodios “entran dentro de la normalidad sísmica de la zona”, pero no por ello dejan de ser llamativos.
Uno de los terremotos más potentes de los últimos años se produjo este mismo verano, con una magnitud de 5,3 a tres kilómetros de profundidad y a unos 30 kilómetros del cabo de Gata. “Aunque en esta región han ocurrido terremotos importantes de intensidad, no había registro de magnitud mayor de 4,5”, explicaron entonces fuentes del organismo científico.
El temblor de este miércoles, por tanto, se convierte en el más fuerte de los últimos meses en la zona y vuelve a poner de relieve la necesidad de mantener los protocolos de prevención y seguridad ante posibles sismos de mayor alcance.
Activación del sistema de alertas sísmicas de Android
La alerta sísmica de Android se activó automáticamente tras el terremoto. En cuestión de 12,5 segundos, el sistema envió notificaciones a unos cinco millones de teléfonos móviles situados en las provincias de Almería, Granada y Málaga, según informó Google.
El aviso incluía una serie de recomendaciones básicas para actuar tras un temblor:
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Ponerse zapatos antes de moverse, incluso dentro de casa, para evitar cortes con cristales u objetos rotos.
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Comprobar si hay olor a gas y cerrar la llave de paso si es posible hacerlo de forma segura.
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Salir de la vivienda solo si no hay riesgo de desprendimientos.
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Evitar el uso del ascensor y mantenerse alejado de ventanas o fachadas inestables.
Este sistema, basado en los acelerómetros de los teléfonos móviles, ha sido diseñado para detectar las ondas sísmicas iniciales y alertar a los usuarios segundos antes de que llegue el temblor principal, lo que puede resultar clave en terremotos de mayor magnitud.
