La figura de Jeffrey Epstein vuelve al centro de la controversia tras la publicación de un amplio conjunto de imágenes inéditas de su isla privada en las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes difundieron estas fotografías y vídeos con el argumento de que ofrecen “una mirada inquietante” al entorno del financiero, tal como afirmó el líder demócrata del comité, Robert Garcia, quien sostuvo además que se trata de una iniciativa destinada a “garantizar la transparencia pública”.
Las imágenes reveladas muestran detalles del interior de la residencia en Little St. James, adquirida por Epstein en 1998 y señalada por múltiples supervivientes como escenario de abusos y tráfico sexual. Entre el material difundido se observan varias habitaciones, una estancia decorada con máscaras, un teléfono con nombres escritos en los botones de marcación rápida y lo que parece ser un sillón dental, elementos que alimentan el interés público en torno al caso.

La publicación llega en un momento clave: el 19 de noviembre, el presidente Donald Trump firmó una ley que ordena la liberación de todos los archivos gubernamentales relacionados con Epstein, un punto de inflexión tras meses de disputa sobre la documentación acumulada en las investigaciones criminales previas.
Las imágenes y su procedencia en plena presión institucional
El Comité de Supervisión indicó que las fotografías y vídeos proceden de una solicitud realizada el 18 de noviembre a la Fiscalía General de las Islas Vírgenes, con el objetivo de obtener información adicional sobre las investigaciones vinculadas tanto a Epstein como a su colaboradora encarcelada, Ghislaine Maxwell.
Garcia afirmó que “estas nuevas imágenes son una mirada inquietante al mundo de Jeffrey Epstein y su isla”, añadiendo que se difunden “para ayudar a reconstruir el panorama completo de los crímenes horrendos de Epstein” y que la intención es no cesar en las pesquisas “hasta ofrecer la imagen completa de los crímenes horrendos de Epstein”.

Los congresistas mencionaron que también se han recibido documentos procedentes de JP Morgan y Deutsche Bank, entidades financieras implicadas en el entramado económico del magnate, y que estos se harán públicos “en los próximos días”.
La presión no solo se dirige a las autoridades locales de las Islas Vírgenes. Cinco miembros del Congreso, pertenecientes tanto al Partido Republicano como al Demócrata, solicitaron una actualización inmediata a la fiscal general Pam Bondi, instando a conocer cualquier obstáculo procesal que impida cumplir el plazo para liberar la totalidad de los archivos.
Escenarios del abuso y un estilo de vida opulento
Las imágenes, tomadas en 2020 según la metadata, muestran una propiedad parcialmente desmantelada tras la muerte de Epstein en 2019. Sin embargo, permiten observar elementos de la vida cotidiana del financiero: estanterías con productos de baño, obras de arte, estatuas y pinturas, así como una escapada privada hacia la piscina flanqueada por palmeras y una escultura de un arquero. También aparece una fotografía de Epstein y Maxwell reunidos con Juan Pablo II.

Según la fiscalía territorial, en 2022 se alcanzó un acuerdo de más de 105 millones de dólares con las autoridades locales tras alegaciones de que “docenas de mujeres y niños” fueron traficados, violados y agredidos en las dos islas propiedad de Epstein. Las imágenes recién difundidas no añaden detalles sustanciales a la investigación, pero sí ofrecen una nueva ventana visual a los lugares donde presuntamente se cometieron numerosos abusos.
El camino hacia la publicación completa de los archivos
La ley firmada por Trump establece un plazo de 30 días (hasta el 19 de diciembre) para que el Departamento de Justicia haga públicos los documentos en un formato “buscable y descargable”. Sin embargo, la normativa permite al Departamento retener aquellos archivos que puedan comprometer investigaciones federales activas o procesos judiciales en curso, siempre que ese bloqueo sea temporal y justificado.
El texto también autoriza a Bondi a “retener o redactar” cualquier información que incluya nombres de víctimas, historiales médicos u otros datos personales cuya publicación constituya “una invasión claramente injustificada de la privacidad personal”. Estas cláusulas podrían retrasar la divulgación total del material.

Los legisladores que solicitaron la actualización a Bondi han insistido en que necesitan entender los “obstáculos procesales que podrían interferir” con el cumplimiento de la ley. La petición alude directamente a la investigación ordenada por Trump sobre posibles vínculos entre Epstein y figuras del Partido Demócrata, un movimiento que, según la carta, justificaría recibir información detallada en una sesión clasificada o pública.

Uno de los firmantes, el senador demócrata Jeff Merkley, resumió la postura del grupo al afirmar en la red social X: “Estamos manteniendo la presión para asegurarnos de que el Departamento de Justicia cumpla la ley y PUBLIQUE LOS ARCHIVOS”.
Una publicación que reabre el debate sobre la red de Epstein
La liberación de estas imágenes no aporta datos determinantes sobre las circunstancias delictivas o la identidad de otros involucrados, pero incrementa la presión sobre la administración para entregar el conjunto completo de documentos. En un entramado que combina acusaciones de tráfico sexual, poder económico, vínculos políticos y una lista extensa de personalidades relacionadas con Epstein, la exigencia de transparencia continúa creciendo.
La isla de Little St. James sigue siendo uno de los escenarios más controvertidos de la historia reciente de Estados Unidos. Las imágenes, aunque conocidas en parte por las investigaciones judiciales, adquieren ahora un nuevo carácter al hacerse públicas en un contexto de exigencia política y social. La figura de Jeffrey Epstein, más de cuatro años después de su muerte, continúa proyectando una sombra que obliga a revisar cada documento, cada testimonio y cada evidencia para esclarecer una red criminal que marcó un caso sin precedentes.













