La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, ha visitado este jueves la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de sa Coma, una infraestructura estratégica que ya gestiona más de la mitad del caudal urbano generado en Ibiza, y que permite afrontar la temporada turística con garantías ambientales y operativas.
Situada entre Santa Eulària e Ibiza ciudad, la planta se considera una “pieza clave del sistema de saneamiento insular”, según destacó el Ejecutivo autonómico. Desde noviembre de 2023, está gestionada por la Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental (Abaqua) y sustituye parcialmente a la antigua depuradora de Jesús, ahora reconvertida en estación de bombeo y pretratamiento.
“Esta planta era una deuda pendiente con Ibiza y hoy es una realidad. Supone un salto de calidad, tanto cuantitativo como cualitativo”, afirmó Prohens durante su recorrido por la instalación.
Depuración avanzada para temporada alta
La EDAR de sa Coma tiene capacidad para tratar los vertidos generados por una población superior a 95.000 personas, además de asumir el incremento estacional durante los meses de verano. Más del 50 % de las aguas residuales urbanas de Ibiza, Santa Eulària y Sant Antoni se procesan ya en esta instalación.
Según el Govern, la planta alcanza parámetros superiores a los exigidos por la normativa en depuración, tras incorporar mejoras técnicas enfocadas especialmente en mitigar olores y optimizar el rendimiento. Todo ello con una inversión que ronda los 40 millones de euros, tras un proceso que comenzó en 2017 y se vio retrasado por la aparición de restos arqueológicos en el antiguo campo de tiro donde se ubica.
Nuevo contrato de mantenimiento para las nueve EDAR de la isla
Además de la visita institucional, Prohens anunció que el Govern ha adjudicado recientemente el nuevo contrato de mantenimiento y operación de las nueve depuradoras de Ibiza, incluida la de sa Coma. El acuerdo garantiza una gestión continuada durante cinco años, reforzando la capacidad de respuesta del sistema insular de saneamiento ante los retos del crecimiento poblacional y turístico.
La actuación, destacaron, supone una mejora integral del sistema de tratamiento de aguas residuales de la isla, con un enfoque “moderno, eficaz y respetuoso con el entorno”.