La madrugada del pasado sábado terminó en pesadilla para un vecino de 35 años en ses Figueretes. El hombre ha denunciado ante la Policía Nacional de Ibiza que sufrió una brutal agresión en plena calle Ramón Muntaner, a escasos metros del bar Mojito, cuando se encontraba acompañado de un amigo.
El denunciante asegura que fue golpeado en repetidas ocasiones por un individuo con el que mantuvo una discusión en la vía pública y que, en medio de la agresión, nadie salió en su ayuda.
En conversación con La Voz de Ibiza, la víctima ha relatado cómo se desencadenó todo: “Estaba en el Mojito Bar tomando una copa con un amigo, cuando salí a la calle, a la acera de enfrente. Me senté para fumar un cigarro y vino un hombre que paseaba con dos mujeres y un carrito de niños. Al ver que llegaba, le di paso, es cierto que es una acera estrecha. Consideró que no era suficiente, así que llegué incluso hasta a ponerme de puntillas ya para intentar facilitarle el paso”.
El gesto no fue suficiente para evitar la tensión. “Este hombre se ve que no se lo tomó bien. Yo llegué a decirle, ‘bueno, ¿qué más quieres que haga?’. Y ahí se produjo una conversación acalorada en la que yo lo intentaba evitar”, añadió.
“Bueno, ya venga, ya está, no le demos más vueltas», intentó calmar. Sin embargo, las dos mujeres «empezaron a insultar y se encendió el tema de una manera tampoco muy fuerte».
Cuando pensó que la discusión había acabado ya que el hombre pudo avanzar con el carrito, la situación dio un giro inesperado. “Intentando evitar el tema, no sé en qué momento ya de la conversación este hombre pasó por delante, ya se tiró para adelante con el carrito, por lo que yo di por finalizado esto. Pero la mujer siguió insultándome y al yo contestar, este hombre regresó. Estaba ya prácticamente de espaldas y me pegó tres puñetazos en la cara”.
La violencia fue en aumento y el hombre asegura que no pudo defenderse. “Yo no me enteré, no sabía lo que estaba pasando, así que me tiré a una jardinera y me cubrí con los brazos y ahí recibí pues otros 20 o 30 puñetazos en el suelo hasta que se cansó”.
Lo que más indignación ha provocado en el agredido fue la falta de reacción de los responsables del local frente al que ocurrió todo. “Nadie me ayudó, nadie me atendió. El teléfono mío salió disparado a la jardinera entre las ramas, no lo podía encontrar, y ahí sangrando intentaba pedir ayuda. Pero los porteros de Mojito Bar estaban con las manos en el bolsillo, presenciando todo».
El hombre herido intentó pedirles «ayuda en varias ocasiones, que llamaran a la Policía o la ambulancia y nada. Lo único que me decían era que me alejara de allí. Estoy muy enfadado con el bar y la respuesta que ha tenido en base a este suceso”.
Según detalló la víctima, en el Hospital Can Misses le dieron seis puntos de sutura en el pómulo y cuatro grapas metálicas en la cabeza, además de diagnosticarle una hernia cervical y contusiones en brazos y costillas.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para identificar al agresor tras la denuncia presentada.
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