Además de las obras pendientes y las licitaciones aún abiertas, el Parador de Ibiza enfrenta otro obstáculo decisivo: la falta de personal. La Oferta Pública de Empleo (OPE) convocada en julio de 2024 con 41 plazas para dotar de plantilla al futuro hotel de Dalt Vila se cerró en septiembre de 2025 tras 14 meses de proceso.
El balance dejó más de la mitad de las plazas sub cubrir: solo 17 puestos se adjudicaron y 24 quedaron desiertos, muchos de ellos en áreas críticas como cocina, comedor y mantenimiento.
Qué puestos se cubrieron… y cuáles no
En la resolución definitiva aparecen adjudicadas 2 plazas de administración, 9 de recepción (incluido un segundo/a jefe/a), 4 de cocina, 1 de camarero/a y 1 de segundo/a jefe/a de comedor.
En cambio, quedaron vacantes 24 plazas:
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1 auxiliar de oficina y almacén,
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1 segundo/a jefe/a de cocina,
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3 auxiliares de cocina (una de ellas de discapacidad),
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5 cocineros/as,
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11 camareros/as de comedor y bar (uno reservado a discapacidad),
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2 oficiales de mantenimiento,
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1 subgobernante/a.

Cómo funcionaba el proceso
La OPE se rigió por las bases generales de Paradores, disponibles en el portal de empleo (paradores.people-experts.com). El sistema combinaba oposición y méritos:
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Fase de oposición (máximo 60 puntos). Había que obtener al menos 30/60 para pasar de fase.
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Idiomas obligatorios. En recepción y comedor se exigía acreditar niveles de inglés, francés o alemán según categoría. Si no se alcanzaba el nivel, el candidato quedaba fuera directamente. Con la salvedad de que este nivel se evalúa con certificados oficiales.
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Fase de méritos (máximo 40 puntos). También aquí existía un corte mínimo para ser admitido.
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Preferencia para insiders. La experiencia previa en Paradores —o incluso en empresas de trabajo temporal vinculadas— puntuaba más, lo que dejaba en desventaja a candidatos externos.
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Plazas reservadas. Las de discapacidad, al quedar sin candidatos aptos, no podían reasignarse al turno general, conforme al RD 2271/2004.
El resultado fue un proceso muy restrictivo, con varios filtros eliminatorios en cascada.
El coste de las vacantes
Los puestos sin cubrir no eran secundarios. Entre ellos figuran 5 cocineros/as (con salarios anuales entre 25.000 y 27.000 euros), 10 camareros/as (alrededor de 21.000 euros brutos) y un segundo/a jefe/a de cocina con retribuciones en torno a los 33.000 euros. También quedaron libres dos puestos de mantenimiento y la figura de subgobernante/a, clave para la gestión interna.
El vacío en estas áreas impide garantizar la operativa completa del hotel. Sin refuerzos, bolsas temporales u externalizaciones, resulta imposible pensar en la apertura en los plazos anunciados.
Un problema estructural en Ibiza
Más allá del sistema de selección, Ibiza tiene particularidades que complican la contratación de personal de hostelería. El alto coste de la vivienda, la temporalidad de la temporada turística y la competencia con la empresa privada reducen la disponibilidad de candidatos estables.
En este contexto, la aplicación de unas reglas de selección idénticas a las del resto de España podría haber sido un filtro excesivo. El resultado es un choque entre un proceso pensado para la red completa de Paradores y un mercado laboral local atípico.
Cuál es la versión de Paradores
La Voz de Ibiza preguntó a Paradores cómo piensa cubrir las 24 vacantes y qué impacto tendrá este déficit en la apertura. Hasta el momento, la empresa pública no ha respondido a las consultas.
El déficit de plantilla se suma a la lista de obstáculos que han marcado el proyecto: licitaciones extraordinarias para mobiliario, baños o jardineras, obras no previstas y retrasos por las obras en el Camí del Calvari. Con la plantilla incompleta, el Parador de Ibiza difícilmente podrá cumplir con la fecha de inauguración prometida para 2025.