El Parador de Ibiza suma un imprevisto más a una extensa historia de sorpresas y dilaciones. Una novedad que amenaza con retrasar aún más la apertura del esperado hotel de Dalt Vila. Paradores ha convocado el último viernes una licitación abierta para el suministro, fabricación, transporte e instalación de mobiliario de eventos y elementos artesanales del Parador de Ibiza.
La licitación tiene un presupuesto de 323.070 euros (IVA incluido) y una adjudicación 100% por precio. La convocatoria, que cierra el 16 de septiembre, contempla 30 días naturales de ejecución, con fecha tope de entrega el 19 de diciembre de 2025. El expediente se tramita como “inversión no prevista” para completar el equipamiento del hotel antes de su apertura, según consta en la memoria justificativa.
La convocatoria no responde a un día D oficial, porque tras el último anuncio no hay fecha cerrada de apertura. Aunque estaba prevista la apertura del Parador de Ibiza para octubre, el mes pasado Paradores comunicó que posponía la inauguración prevista para otoño por obras municipales que impiden el acceso rodado. Específicamente, se responsabilizó al Ayuntamiento de Ibiza por las obras del Camí del Calvari, principal acceso al hotel, que durarán entre el 15 de octubre y el 24 de diciembre.
El organismo estatal no fijó un nuevo día de estreno y se limitó a decir que la apertura sería “después de la finalización de las obras”.
Según la memoria el suministro del mobiliario debería estar completado para el 19 de diciembre. Si ese plazo se cumple, no supondrá una demora adicional.
Qué compra exactamente Paradores
El contrato abarca mobiliario de eventos, una barra para el espacio gastronómico, elementos artesanales y paneles de escritorio para mejorar la iluminación en habitaciones, con requisitos de muestras, certificados de reacción al fuego, responsable de montaje presencial, gestión de residuos y entregas centralizadas por el adjudicatario. Es decir, no se admiten envíos directos desde fabricantes.
“El Parador no dispone de mobiliario de eventos y complementos destinado al servicio al cliente”, señala la memoria justificativa.
Encaje legal: posible, con motivación reforzada
La Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) permite no dividir en lotes si se motiva (art. 99.3) y admite, con justificación en el expediente, adjudicar basándose solo en el precio dentro de la mejor relación coste-eficacia (art. 145); además, exige acreditar necesidad y oportunidad en la memoria (art. 116).
Es decir, la nueva licitación se enmarca en la normativa, aunque son casos que requiere una motivación explícita: el suministro es de uso intensivo y la fase del proyecto es avanzada.
En la hotelería es práctica habitual que el FF&E (mobiliario y equipamiento) se integre en fases tempranas del diseño y la obra para coordinar fabricación, logística e instalación. Desplazarlo a un tramo final —como “inversión no prevista”— no es lo más común y obliga a sincronizar bien proveedores y obra.
Piezas que se suman al final
La del suministro del mobiliario no es la única “pieza suelta” añadida en el tramo final. En julio se licitó una intervención estética para revestir en epoxi blanco los 47 baños —un cambio para armonizar con el nuevo interiorismo—, otra señal de ajustes de última hora en un proyecto de larga gestación.
A su vez, mientras se cierra el equipamiento, Paradores ha externalizado la limpieza del hotel con un contrato millonario adjudicado a Eulen, en un contexto de plazas sin cubrir y polémica por incentivos salariales excepcionales.
Así será el Parador de Ibiza
66 habitaciones, apertura anual y valor patrimonial. El futuro Parador contará con 66 habitaciones y se presenta como hotel abierto todo el año, con el objetivo de generar empleo de calidad y dinamizar la economía de Dalt Vila.
El Gobierno subraya que será uno de los establecimientos más emblemáticos de la red, con características arquitectónicas y técnicas singulares y una inversión destinada a preservar el patrimonio histórico de la isla (“una joya”, en palabras oficiales). La puesta en valor de los hallazgos arqueológicos —con musealización parcial— forma parte del relato del proyecto y de su vocación cultural.
Cronología de un proyecto que se ha alargado
Años de obras, hallazgos y ajustes han convertido el Parador en un proceso de largo recorrido.
La idea de abrir un Parador en Ibiza en la fortaleza de Dalt Vila se remonta a 2004; las obras arrancaron en 2008 sobre una fortificación del siglo XVI cerrada desde los años ochenta. A finales de 2012 la aparición de restos arqueológicos obligó a paralizar la construcción y a elevar el presupuesto; los trabajos se reanudaron en diciembre de 2019, con el compromiso —entonces oficial— de estudiar y musealizar parte de los hallazgos para su difusión en la isla (puesta en valor arqueológica como efecto colateral positivo). Ese relato patrimonial ha acompañado todos los hitos del proyecto.
En 2024, el Ministerio de Industria y Turismo aseguró que el Parador encaraba la última fase de obra
Pero en los últimos meses, se han sucedido nuevas demoras. La Voz de Ibiza ha ido documentando hitos como el anuncio del mes de apertura (que ahora quedó pendiente), la acusación de nuevas demoras por parte de Paradores y la respuesta del Ayuntamiento, además de los movimientos de personal y servicios para poner en marcha el hotel.
La nueva licitación puede ser determinante para ofrecer eventos y servicios gastronómicos desde el primer día, y para pulir el estándar de habitación que la marca quiere en Ibiza. Pero el margen temporal es mínimo: entregar todo antes del 19 de diciembre obliga a un suministro sincronizado, sin apenas colchón logístico. El puzzle suma piezas, pero el tablero no se agranda.
En un panorama con varios frentes abiertos, la apertura del demorado hotel es, todavía, una incógnita.