La ruta marítima entre Ibiza y Barcelona del pasado domingo dejó escenas de incomodidad para numerosos pasajeros que, sin asiento asignado, se vieron obligados a pasar el viaje tumbados en el suelo de las zonas comunes. Las imágenes difundidas muestran pasillos y espacios interiores repletos de viajeros durmiendo sin butacas ni sofás disponibles.
Ante las quejas, la compañía Grandi Navi Veloci (GNV), encargada de la conexión, ha restado gravedad a lo sucedido. «No ha pasado nada especial. En el ferry de ayer había mucha gente que había reservado el pasaje libre. Cuando subieron, toda la gente que no tenía camarote se encontraba con poco espacio», señalaron fuentes de la naviera.

La versión de la compañía
Desde GNV explican que los viajeros con billete de pasaje libre —una modalidad más económica que no incluye asiento ni cabina— son los que se encontraron con dificultades para ubicarse:
«Los que quisieron reposicionarse y pagar la diferencia no tuvieron problemas. Pero el resto, con el pasaje libre, es un poco más difícil. Es normal, la gente se pone a dormir donde encuentra sitio. No ha sido nada especial».
La empresa reconoce que estas situaciones pueden producirse en determinadas fechas con alta demanda:
«Son cosas que pueden ocurrir en la gestión diaria de los ferries. Si todo el mundo compra el mismo trayecto, luego es difícil reposicionar a todas las personas».