Tras varias horas de tensión en el edificio Don Pepe, finalmente los vecinos que se habían atrincherado como medida de presión contra el Ayuntamiento de Sant Josep han desalojado el bloque A que se mantiene cerrado desde hace unos cinco años por la declaración de ruina del inmueble.
Esto ha ocurrido después de mantener una reunión con el alcalde Vicent Roig, que se ha trasladado hasta el lugar a última hora del viernes, luego de que se fuera toda la prensa de allí, según ha podido saber La Voz de Ibiza.
Roig prometió que en diciembre tendrían listo el famoso informe del técnico independiente designado para elaborar un nuevo análisis pericial que determine si es posible revertir la declaración de ruina del bloque A.
Justamente, esto había sido acordado en abril pasado en la reunión celebrada en el Ayuntamiento en la que participaron representantes del consistorio y de los residentes afectados.
Este técnico designado se encuentra analizando los informes existentes: el emitido por el Ayuntamiento que motivó la declaración de ruina y el presentado por la propiedad, que cuestiona dicha declaración.
Según ha manifestado Roig a los vecinos, el documento estará listo en diciembre por lo que pidió «un poco más de paciencia«, según han contado vecinos a La Voz de Ibiza. Tambén ha reconocido que «va todo muy lento» y que lamenta tal situación.
Sin embargo, los vecinos han mostrado cierta desconfianza de los plazos y han reclamado que “no hay Plan B” en caso de que el informe del perito sea desfavorable. Al tiempo que han manifestado que se encuentran cansados y descontentos por la falta de definición en esta problemática.
Sin declaraciones
Desde el Ayuntamiento han afirmado a La Voz de Ibiza que “por el momento no habrá declaraciones sobre el tema”.
El conflicto
El conflicto de los Don Pepe se arrastra desde que entre 2020 y 2021 se desalojara a 22 familias tras la declaración de ruina del inmueble. A día de hoy, la incertidumbre sigue marcando el futuro del edificio.
Los apartamentos Don Pepe fueron desalojados debido a un supuesto deterioro estructural. Sin embargo, los vecinos han presentado informes que contradicen esta evaluación, incluyendo uno elaborado por una doctora en Arquitectura de la Universidad de Valencia que afirma que «no hay ruina».
Con el paso del tiempo y sin soluciones concretas, los vecinos han pasado de la negociación institucional a una protesta de alto voltaje. El encierro de este viernes, acompañado por el despliegue policial, refleja la desesperación de las familias.
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