El barco Mikeno, perteneciente a la Global Sumud Flotilla, se encuentra actualmente a menos de una hora de la Franja de Gaza, según datos de la propia misión. La geolocalización sitúa a la embarcación a unas siete millas náuticas, aproximadamente 11 kilómetros frente a la costa palestina.
El navío permanece parado y no se ha podido confirmar si ha sido interceptado. Lo cierto es que hasta las 07:00 horas de este miércoles, 39 barcos han sido interceptados por la Armada israelí. Entre las últimas embarcaciones detenidas se encuentran el Oxigono, el All-in y el Captain Nikos.
A bordo de estos barcos viajaban unas 200 personas cuyo paradero no ha sido confirmado. Los organizadores de la flotilla denuncian que se trata de un “ataque ilegal contra trabajadores humanitarios desarmados”.
Activistas detenidos y nacionalidades implicadas
Entre los arrestados hay 30 ciudadanos españoles, además de grupos numerosos de Italia, Turquía, Malasia, Túnez, Brasil y Francia. También se encuentran activistas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, México y Colombia. La flotilla ha hecho un llamamiento urgente a los gobiernos e instituciones internacionales para garantizar la seguridad de los participantes y exigir su liberación inmediata.
Israel anuncia deportaciones
Desde el Gobierno de Israel se ha informado que los activistas de la Global Sumud Flotilla están siendo trasladados “de forma segura” a Israel para iniciar las labores de deportación tras la interceptación en aguas internacionales.
“El Ministerio de Exteriores israelí ha asegurado en su cuenta de la red social X que los ‘pasajeros de la Hamás-Sumud en sus yates están en camino de forma segura y pacífica a Israel, donde se iniciarán los procesos para su deportación a Europa’”. Según esta versión oficial, todos ellos “se encuentran bien” tras la interceptación de sus embarcaciones.
Qué ocurre con los activistas de las flotillas
Los activistas que intentan romper el bloqueo a Gaza suelen ser deportados tras su detención por las autoridades israelíes. En intentos anteriores, como ocurrió con Greta Thunberg y otros participantes, las autoridades trataron el asunto como un tema de inmigración, no penal, y los deportaron tras firmar órdenes de expulsión o negarse a hacerlo.
En algunos casos, quienes se negaron a firmar fueron llevados ante tribunales de inmigración y después expulsados, siendo prohibida su entrada a Israel durante 100 años, según explicaron organizaciones legales que les representaron.
Procesamiento y detención
La ONG Adalah, con sede en Israel, ha representado a activistas de flotillas anteriores y señala que los detenidos suelen ser trasladados al puerto de Ashdod, 40 km al norte de Gaza, donde son identificados y transferidos a la autoridad de inmigración para procesar su deportación. Posteriormente pueden ser enviados a centros de detención.

En esta ocasión, expertos en derecho internacional como Omer Shatz han advertido que los activistas podrían ser llevados al Prisión de Ketziot, un centro de alta seguridad que no suele albergar detenidos por cuestiones migratorias, debido a la magnitud logística que implica gestionar a cientos de personas detenidas a la vez.
Riesgo de un trato más duro
Adalah ha expresado su preocupación por que los activistas puedan ser tratados más duramente que en flotillas anteriores, especialmente ante propuestas recientes de ministros israelíes como Itamar Ben-Gvir de prolongar las detenciones.
La organización insiste en la necesidad de garantizar el acceso a asistencia legal, la integridad física de los detenidos y condiciones adecuadas mientras dure el proceso.
Un bloqueo que sigue generando tensiones
La Armada israelí ha advertido a los organizadores de la flotilla de que estaban acercándose a una zona de combate activa y violando un “bloqueo naval legal”, ofreciendo como alternativa trasladar la ayuda humanitaria a Gaza por medios oficiales.
La situación del Mikeno, detenido a escasos kilómetros de la costa de Gaza, refleja la tensión permanente en torno a los intentos internacionales de entregar ayuda directamente a la Franja, desafiando el bloqueo impuesto por Israel.
Qué pasará ahora
El futuro inmediato de los activistas del Mikeno y del resto de barcos interceptados dependerá del proceso de deportación iniciado por las autoridades israelíes. Aunque en el pasado estos episodios se resolvieron con expulsiones rápidas, las medidas anunciadas por Israel y el elevado número de detenidos podrían prolongar los plazos.
Mientras tanto, la flotilla y diversas organizaciones internacionales siguen presionando para que se respeten los derechos humanos de los participantes y se facilite su liberación.
La atención internacional se mantiene sobre la situación del Mikeno y sobre los cientos de activistas interceptados, en un contexto de creciente fricción entre operaciones humanitarias y medidas de seguridad israelíes en torno al acceso a Gaza.