El mes de octubre llega con un espectáculo astronómico que promete deslumbrar a todo el mundo: la Superluna de la Cosecha, uno de los plenilunios más brillantes y simbólicos del año. Durante esta jornada, el satélite natural de la Tierra se mostrará con un tamaño y una luminosidad poco habituales, ofreciendo un espectáculo visible a simple vista desde gran parte del planeta.
Considerada una de las lunas llenas más especiales del calendario, esta cita no solo cautiva por su belleza visual, sino también por su historia y su carga simbólica. Desde tiempos antiguos, este fenómeno ha marcado el fin de las cosechas y el inicio de la preparación para el invierno, convirtiéndose en un puente entre la ciencia y las tradiciones que miran al cielo.
Cuándo y en dónde ver la luna llena de octubre
El fenómeno comenzará a ser visible poco después del atardecer del lunes 6 de octubre, cuando la Luna empiece a asomarse en el horizonte este. Su punto máximo de esplendor llegará en la madrugada del martes 7, aunque su brillo se mantendrá durante toda la noche.
En Canarias, la Luna alcanzará su plenitud a las 04:57, mientras que en la Península y Baleares lo hará una hora más tarde, a las 05:57, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional.

Las condiciones meteorológicas y la contaminación lumínica influirán en la visibilidad del fenómeno, por lo que los expertos recomiendan alejarse de las grandes ciudades y buscar zonas rurales, playas o miradores despejados. En lugares elevados o con horizonte abierto hacia el este, la experiencia será aún más impactante, ya que la Luna se verá más grande y con tonos anaranjados al salir.
Además, durante la observación será posible distinguir a Saturno cerca del satélite, añadiendo un atractivo adicional para los aficionados a la astronomía. No se necesitarán telescopios ni instrumentos especiales: la superluna será visible a simple vista desde cualquier punto del país.
Por qué se llama “Luna de la Cosecha” y también “Luna del Cazador”

El nombre de Luna de la Cosecha proviene de las antiguas costumbres agrícolas del hemisferio norte. Esta luna llena es la más cercana al equinoccio de otoño, y durante siglos los agricultores aprovecharon su intensa luminosidad para trabajar de noche y recoger las últimas cosechas antes del invierno. La luz prolongada les permitía alargar la jornada y asegurar la producción en los campos.
Con el paso del tiempo, este fenómeno también empezó a conocerse como la Luna del Cazador, un nombre que alude a las prácticas de los pueblos nativos de América del Norte y Europa. En estas culturas, la luna llena de octubre marcaba el inicio de la temporada de caza, cuando los animales estaban mejor alimentados tras el verano y la luz nocturna facilitaba las expediciones. Era una forma de prepararse para los meses fríos que se avecinaban, acumulando provisiones y fortaleciendo los lazos comunitarios.
Hoy, ambos nombres conviven para designar al mismo fenómeno, que combina significado histórico, agrícola y simbólico. Representa la abundancia y el cierre de un ciclo natural, recordando la conexión ancestral entre la humanidad y los ritmos del cielo.
Un cierre de año con más superlunas por venir
La Superluna de la Cosecha 2025 no será la única de la temporada. Los astrónomos prevén otras dos superlunas para los meses de noviembre y diciembre, completando una trilogía que cerrará el año con tres noches de brillo excepcional.
Aunque la de octubre marca el comienzo de esta serie, es también la más significativa por su relación con el cambio de estación y su simbolismo otoñal. Será una oportunidad para contemplar el cielo con calma y admirar un fenómeno natural que une ciencia, historia y emoción.
Si el clima acompaña, bastará con mirar al este desde cualquier punto del país para disfrutar de un espectáculo que, una vez más, nos recordará por qué la Luna sigue siendo una de las protagonistas indiscutibles del firmamento.













