En medio de una nueva oleada de pateras que ha reactivado la presión migratoria en las Pitiusas, datos oficiales a los que ha tenido acceso La Voz de Ibiza confirman que seis de cada diez migrantes que aseguraron ser menores de edad en Ibiza y Formentera resultaron ser adultos tras someterse a pruebas médicas de verificación.
Entre diciembre de 2024 y octubre de 2025 se practicaron 61 pruebas radiológicas a personas llegadas sin documentación fiable. De ellas, 25 confirmaron la minoría de edad y 36 determinaron que los examinados eran mayores. Estas determinaciones representan casi un 30% del total de pruebas realizadas en Baleares, donde el número global asciende a 209.
Hasta ahora solo se conocían datos generales del conjunto del archipiélago, pero no cifras concretas de las Pitiusas. Estos resultados permiten dimensionar el alcance de este fenómeno en las islas menores, donde los casos de falsos menores alcanzan el 59%.
Cómo son las pruebas médicas
Las pruebas, ordenadas por la Fiscalía de Menores, se realizan cuando existen dudas sobre la edad declarada por una persona migrante. El procedimiento incluye una ortopantomografía, una radiografía dental panorámica, y, en algunos casos, una radiografía del carpo de la muñeca izquierda, que permite estimar la edad ósea.
Los resultados son elaborados por el Instituto de Medicina Legal y remitidos a la Fiscalía. Aunque estas pruebas son consideradas bastante precisas, los especialistas recuerdan que existe un pequeño margen de error, dado que el desarrollo físico puede variar según el origen, la nutrición o las condiciones de vida de cada individuo.
Durante el proceso, la persona es tratada como menor y recibe la asistencia sanitaria y social correspondiente, tal como establece el protocolo autonómico.

Un protocolo interinstitucional para agilizar los resultados
El procedimiento se enmarca en el acuerdo interinstitucional de atención sanitaria a menores no acompañados, firmado en 2024 entre el Servicio de Salud de Baleares, el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), la Fiscalía de Menores, el Hospital Son Espases y el Instituto de Medicina Legal. El objetivo es mejorar la precisión de las evaluaciones y acortar los plazos de resolución, garantizando al mismo tiempo un trato humanitario.
Este sistema «permite una determinación más exacta de la edad y reduce los tiempos de espera de los informes médicos», lo que facilita una respuesta más rápida y ajustada a cada caso.
En Baleares, casi el 60% eran adultos
En el conjunto del archipiélago, desde diciembre de 2024 se han realizado 209 pruebas médicas, con un resultado similar: 122 de los migrantes examinados eran adultos, lo que representa casi el 60% del total. La presidenta del Govern, Marga Prohens, presentó estas cifras durante el Debate de Política General en el Parlament, donde defendió la necesidad de una «política migratoria solidaria, regulada y responsable».
«Lo que criminaliza es tratar a los menores migrantes como paquetes, sin importar las condiciones en las que son acogidos», afirmó Prohens durante su intervención.












