El bombeo principal de aguas residuales del puerto de Ibiza ha recuperado su operatividad tras la reparación del transformador eléctrico que quedó inutilizado durante las lluvias torrenciales de finales de septiembre, cuando se registraron más de 200 litros por metro cuadrado en la isla. La avería provocó entonces la entrada de aguas fecales al mar durante unas horas, hasta que se instaló un grupo electrógeno de emergencia.
Según la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, las principales instalaciones de saneamiento y abastecimiento de la isla han pasado de la fase de emergencia a la de recuperación, con el transformador ya operativo y dos de las tres bombas en funcionamiento con alimentación directa. Una tercera bomba permanece conectada al generador como medida de seguridad.
“El sistema ha demostrado una gran capacidad de adaptación ante un episodio de lluvias excepcionales”, afirmó Joan Calafat, director general de Recursos Hídricos, durante una visita técnica junto al gerente de Abaqua, Emeterio Moles.
Recuperación progresiva y mejoras en el tanque de tormentas
Las autoridades han confirmado también la puesta en marcha parcial del tanque de tormentas, que sufrió daños eléctricos por la misma inundación. En los próximos días se espera que uno de los equipos vuelva a estar operativo, mientras que se ha encargado un proyecto para trasladar los cuadros eléctricos al exterior y evitar nuevas averías en caso de lluvias intensas.
Colaboración institucional y prevención municipal
El Ayuntamiento de Ibiza, representado por el concejal de Gestión Ambiental y Limpieza, Jordi Grivé, acompaña los trabajos de recuperación con labores de limpieza y revisión de la red pluvial, especialmente en zonas críticas como el Camí de Can Murtera y los canales de ses Feixes, donde se han retirado sedimentos acumulados.
Grivé ha subrayado que “la prevención y el mantenimiento continuo son la mejor manera de proteger las calles, los hogares y los negocios”.
Un sistema más resistente ante futuras lluvias
La Dirección General de Recursos Hídricos y Abaqua mantienen su plan de refuerzo de infraestructuras eléctricas y de drenaje, con el objetivo de prevenir nuevos fallos ante episodios meteorológicos extremos como los vividos a finales de septiembre. La conducción entre la desaladora de Santa Eulària y la red insular, también dañada por la crecida, ha sido restituida con un nuevo tramo de fundición dúctil, anclado con hormigón para garantizar su estabilidad.
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