El conseller de Movilidad, Territorio y Vivienda, José Luis Mateo, ha reconocido que el acceso a la vivienda constituye “el mayor desafío de la sociedad actual” y ha anunciado que el Govern tiene en marcha la planificación de más de 7.000 viviendas a precios asequibles en Baleares, de las cuales 1.000 se ubicarán en Ibiza, una de las islas más tensionadas del archipiélago.
Durante su intervención en el Parlament, Mateo también expresó su confianza en que el SEPES ceda finalmente al Ayuntamiento de Ibiza la parcela número 10 de Can Escandell, un solar clave para impulsar una promoción pública de 170 viviendas destinadas a residentes.
Críticas por el aumento de los asentamientos
El anuncio llegó en respuesta a una pregunta del diputado socialista Álex Pitaluga, quien exigió medidas inmediatas para afrontar la crisis habitacional que sufre Ibiza. Según recordó, la isla registra algunos de los precios de compra más elevados del país, una situación que está llevando a numerosas personas a vivir en asentamientos informales “con graves riesgos sanitarios y medioambientales”.
Pitaluga alertó además de que estos asentamientos “no dejan de crecer” y de que la falta de viviendas está afectando de manera directa a los jóvenes que no pueden emanciparse y a profesionales esenciales, como trabajadores de la sanidad o la educación, que no encuentran alojamiento disponible. El diputado acusó al conseller de “perder el tiempo y no afrontar el problema”.
Entre las posibles soluciones, el socialista volvió a plantear la limitación del precio de los alquileres, una medida que, a su juicio, podría ayudar a contener la escalada de precios en el mercado ibicenco.
El conseller defiende el plan de choque del Govern
Por su parte, Mateo defendió el plan de choque puesto en marcha por el Govern para incrementar el número de viviendas destinadas a residentes y subrayó que es plenamente consciente de la gravedad de la situación.
El conseller, no obstante, rechazó la propuesta de limitar los precios del alquiler, argumentando que esta medida ha tenido consecuencias negativas en ciudades como Barcelona, donde —según afirmó— la regulación ha provocado una reducción de la oferta disponible.
Con el foco puesto en multiplicar la construcción de vivienda pública y agilizar los proyectos en marcha, el Govern confía en que el conjunto de iniciativas anunciadas permita aliviar de forma progresiva la presión sobre el mercado inmobiliario en Ibiza y en el resto del archipiélago.












