Un total de 6.688 migrantes han llegado de forma irregular a Baleares por vía marítima en lo que va de 2025, lo que supone un incremento del 28,3% respecto al mismo periodo de 2024, según el último balance del Ministerio del Interior sobre inmigración irregular.
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Baleares paga 1.000 euros por cada patera mientras las llegadas se disparan: 365 en lo que va de año
El informe, actualizado hasta el 30 de noviembre, refleja un cambio de tendencia en el flujo migratorio hacia las Islas, en contraste con el descenso general del 29,9% registrado a nivel estatal. En total, España ha contabilizado 34.251 llegadas irregulares en 2025, frente a las 56.976 del año anterior.
Baleares, la excepción al descenso general
Mientras comunidades como Canarias han experimentado una caída del 59,4% en entradas por mar, Baleares se convierte en una de las pocas autonomías donde aumenta el número de personas migrantes, especialmente las que arriban a través de pateras.
De los 34.251 migrantes contabilizados en España, 30.692 lo hicieron por mar, y de ellos 13.855 desembarcaron en la Península y en Baleares, una cifra que supone un crecimiento conjunto del 6%. Sin embargo, al separar los datos, solo Baleares refleja un aumento, con 1.476 personas más que en 2024.
En cuanto al número de embarcaciones, el archipiélago balear ha recibido 366 pateras, 54 más que el año anterior, mientras que la Península ha registrado una bajada del 8,7% en entradas marítimas.
Las rutas migratorias se reconfiguran
Los datos del Ministerio del Interior muestran una redistribución de las rutas migratorias hacia el Mediterráneo occidental. En Baleares, los cuerpos de seguridad y emergencias han reforzado sus dispositivos ante el aumento sostenido de llegadas en embarcaciones precarias, que afecta especialmente a Ibiza y Formentera.
Según fuentes policiales, muchas de estas pateras provienen de Argelia, país que ha sido el principal punto de salida en las rutas hacia Baleares en los últimos años. La mejora de las condiciones climáticas y la menor presión en Canarias podrían estar detrás del repunte en el archipiélago balear.
El informe también detalla un aumento del 46,2% en las entradas por vía terrestre a Ceuta y Melilla, con 3.559 personas hasta el 30 de noviembre. Este dato contrasta con el descenso de las rutas marítimas y evidencia una presión migratoria persistente en las fronteras sur de España.












