Hace dos años, Belén Esteban se lesionó en el plató de Sálvame. Se quebró la tibia y el peroné, y el accidente incluso la llevó a requerir de una intervención quirúrgica. Tras ello, tuvo que hacer fisioterapia y rehabilitación.
En diálogo con Showriano, Belén ha revelado consecuencias inesperadas de aquel hecho.
Los daños colaterales surgieron al no poder hacer actividad física durante el tiempo de cirugía, reposo y rehabilitación. “He engordado 14 kilos desde que me rompí la pierna”, ha explicado Belén.
Y, con buen humor, ha añadido: “Tengo más tetas que cabeza».
“Me ha crecido el pecho más de dos tallas”, ha precisado la actriz, entre risas.