El consumo de carne de vacuno se ha desplomado en Argentina hasta los 44,8 kilos anuales por habitante en la proyección para 2024, un mínimo de los últimos 100 años. El consumo promedio se sitúa en los 72,9 kilogramos por persona al año, lo que representa una considerable baja para uno de los países históricamente reconocidos por su ganadería.
Esta es la primera vez que el consumo vacuno se equipara con otras carnes como el pollo, que tiene un precio considerablemente menor, según las previsiones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Contando bovino, aviar y porcino, el consumo de carne en Argentina se reduce en unos 7 kilos anuales hasta los 105,7, un descenso del 8% con respecto al año anterior.
El factor que genera esta caída en el consumo de carne en Argentina es el económico. El país sudamericano atraviesa una crisis económica que obliga a sus ciudadanos a consumir menos carne para llegar a fin de mes, además de que para los productores es más rentable vender al exterior que al mercado local argentino.
«Pese a todo, en la comparativa internacional Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita, con una ingesta prácticamente igual al de Uruguay y superando ampliamente a Estados Unidos (38 kilogramos), Australia (27 kilogramos) y Chile (26 kilogramos)», completa el informe.