El regreso de Evaristo Soler Cardona, conocido como el Pirata de Porroig, ha generado una gran inquietud en Sant Antoni.
Su presencia y las actividades ilegales vinculadas a fondeos no autorizados y chárter clandestino han provocado un revuelo entre los residentes y usuarios del Club Nàutic de Sant Antoni (CNSA).
El pasado 30 de agosto, Evaristo fue visto a bordo de una lancha amarilla de grandes dimensiones. Sin permiso, amarró su embarcación en los muelles del CNSA y trató de abastecerse de agua utilizando las instalaciones del club, algo que fue rápidamente detectado por el equipo de marinería.
Los responsables del club actuaron de inmediato y consiguieron expulsarlo del lugar antes de que pudiera llevar a cabo su cometido, en torno a las 17:00 horas de ese día, según informó El Periódico de Ibiza.
Esta situación ha avivado el temor de que el empresario, famoso por sus actividades irregulares, esté intentando trasladar su negocio ilegal a Sant Antoni. Estaría intentando esquivar la presión que las autoridades han ejercido en otras zonas de la isla para frenar estas prácticas.
La organización Salvem sa Badia de Portmany ha emitido un comunicado pidiendo a las autoridades locales y autonómicas que se tomen medidas urgentes para frenar el aumento de fondeos ilegales y chárter no regulado en la zona.
Según ellos, la situación actual es de «descontrol total», y urgen la necesidad de operativos más intensos.
Un historial de infracciones y polémicas
Soler Cardona no es un desconocido para las autoridades. A principios de agosto, fue detenido por la Guardia Civil en Porroig por incumplir una orden de alejamiento de la bahía del municipio de Sant Josep.
Este arresto se suma a una larga lista de infracciones relacionadas con amenazas, delitos ambientales y fondeos ilegales.
El empresario acumula varias órdenes de alejamiento. La más reciente emitida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, que le prohíbe acercarse a menos de 100 metros de la embarcación de un denunciante.