El cambio climático no solo amenaza la biodiversidad y el entorno natural de Baleares, sino que también plantea un serio desafío para su principal motor económico: el turismo.
Expertos de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han alertado sobre los riesgos que enfrentará el modelo turístico del archipiélago debido a los efectos del calentamiento global.
Un modelo turístico bajo presión
Durante la jornada sobre el impacto socioeconómico y laboral del cambio climático, organizada por el Consell Económico y Social de Baleares, la profesora de Economía Aplicada Verónica Leoni subrayó que las islas, cuyo modelo económico depende en gran medida de su entorno natural, están particularmente expuestas a los efectos del cambio climático.
Leoni advirtió que fenómenos como las temperaturas extremas podrían modificar los hábitos de los turistas, quienes podrían optar por visitar Baleares en otras épocas del año o incluso decidir no viajar, encontrando condiciones climáticas similares en sus propios países. Según estudios del Joint Research Centre de la Unión Europea, el turismo en temporada alta en Baleares podría disminuir hasta un 30%.
Impactos económicos y ambientales
El investigador del Laboratorio de Cambio Climático de la UIB, Pau de Vilchez, puso el foco en la contribución del sector turístico al cambio climático. El transporte, que representa más del 69% de las emisiones en Baleares, se perfila como el principal generador de gases de efecto invernadero. Además, actividades relacionadas con el turismo afectan directamente a los «sumideros de carbono» naturales, como la posidonia, agravando el problema.
De Vilchez alertó sobre posibles escenarios que podrían impactar gravemente el atractivo turístico de las islas, como la reducción de playas, el aumento de incendios forestales y la proliferación de medusas debido al calentamiento del agua.
El cambio climático no solo pone en riesgo el modelo turístico, sino que también podría tener un impacto directo en el PIB de Baleares. Según los estudios mencionados durante la jornada, un aumento de un grado en la temperatura podría traducirse en una caída del 12 % en el PIB del archipiélago.
Un llamado a la acción conjunta
Los expertos coincidieron en que enfrentarse al cambio climático requiere una acción conjunta entre los gobiernos y el sector privado, con medidas transversales que incluyan educación y estrategias de mitigación. «La diferencia entre lo que costaría actuar ahora y las consecuencias que ya enfrentamos es enorme», concluyó De Vilchez.