ACOMPAÑADO POR DANIEL ESTEVE, DUEÑO DE DESOKUPA

El empresario Aldama declara ante el Supremo por las presuntas irregularidades en el «caso Koldo»

Acusado de pactar con el exministro José Luis Ábalos la entrega de bienes inmuebles como garantía de comisiones futuras, De Aldama se ha presentado acompañado de su abogado y el dueño de Desokupa, Daniel Esteve.
El empresario Víctor de Aldama a su llegada a declarar ante el Tribunal Supremo en Madrid. (Europa Press)
El empresario Víctor de Aldama a su llegada a declarar ante el Tribunal Supremo en Madrid. (Europa Press)

El empresario Víctor de Aldama ha llegado este lunes al Tribunal Supremo en Madrid para declarar como investigado en el marco del «caso Koldo», una investigación que indaga en las presuntas adjudicaciones irregulares de contratos públicos durante la pandemia para la compra de material sanitario. La cita ante el juez Leopoldo Puente ocurre después de las recientes declaraciones del exministro de Transportes José Luis Ábalos, también implicado en la causa.

De Aldama ha acudido al tribunal en un coche negro, con una carpeta negra bajo el brazo, acompañado de su abogado y escoltado por Daniel Esteve, propietario de la empresa Desokupa. Esteve, quien se limitó a acompañar al empresario hasta la entrada lateral del edificio judicial por la calle de Marqués de la Ensenada, ya había anticipado en redes sociales que la jornada de hoy podría traer «sorpresas».

Según fuentes cercanas al empresario, este tiene intención de mantener sus acusaciones ante el Tribunal Supremo e incluso podría aportar nuevas evidencias, tal y como dejó entrever en una entrevista reciente a una radio colombiana. Estas evidencias podrían fortalecer su versión de los hechos, que también implica a otros actores relevantes en el caso.

Declaraciones y acusaciones

La comparecencia de De Aldama se produce tras un escrito presentado por el propio empresario ante el Tribunal Supremo, en el que asegura que pactó con Ábalos la entrega de un piso en el Paseo de la Castellana de Madrid, valorado en 1,9 millones de euros, como garantía de futuros pagos que varias constructoras realizarían en concepto de comisiones a cambio de contratos de obra pública preadjudicados. Según el empresario, las solicitudes de dádivas fueron constantes y, además de los ingresos en efectivo, incluyeron el abono del alquiler de un piso en Torre Madrid ocupado por una tercera persona vinculada al exministro.

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En su declaración previa ante la Audiencia Nacional, De Aldama cifró las presuntas mordidas a Ábalos en 600.000 euros. También apuntó a otros altos cargos y miembros del Gobierno, como el ministro Ángel Víctor Torres, el jefe de Gabinete de Hacienda, Carlos Moreno, y el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán.

Por su parte, el exministro Ábalos negó rotundamente estas acusaciones en su declaración voluntaria ante el juez instructor. Aseguró que no recibió comisiones por la compra de material sanitario durante la pandemia y calificó las afirmaciones de De Aldama como infundadas.

Caso Koldo

El ‘caso Koldo’ gira en torno a una trama de supuestas adjudicaciones irregulares durante los momentos más críticos de la pandemia. En este contexto, la figura de De Aldama ha cobrado especial relevancia no solo por sus declaraciones, sino también por su historial judicial. El empresario ya había sido investigado por el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional en un caso separado de fraude de hidrocarburos, que lo llevó a prisión preventiva. Actualmente, se encuentra en libertad tras la solicitud de excarcelación de la Fiscalía Anticorrupción.

La jornada de hoy podría marcar un punto de inflexión en la investigación, dependiendo de los datos que De Aldama presente ante el magistrado Leopoldo Puente. Mientras tanto, la atención mediática y política se centra en un caso que amenaza con salpicar a figuras clave del Gobierno y desvelar un esquema de corrupción en la gestión de la pandemia.

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