Cala d’Hort, uno de los lugares más icónicos de Sant Josep por sus vistas privilegiadas al islote de Es Vedrà, ha sido escenario de un acto de vandalismo que ha puesto de manifiesto un conflicto latente entre residentes y visitantes.
Este lunes, varios vehículos aparcados en la zona aparecieron pintados, lo que generó indignación tanto entre los propietarios como en la comunidad local.
Vehículos vandalizados y acusaciones cruzadas
Según se ha difundido a través de las redes sociales de Exponiendo Ibiza, un usuario que visitó el área relató cómo al regresar de su paseo encontró su coche y otros tres más vandalizados con pintura.
“Aparcamos en el camino del cruce de arriba de Cala d’Hort para ir a ver Es Vedrà y, al volver, los coches estaban dañados. Creemos que fue un vecino molesto porque aparcamos allí, pero es un lugar público y eso no debería pasar”, señaló el afectado, quien también compartió un video mostrando el estado de los vehículos.
La voz de los vecinos: frustración y límites
El incidente, lejos de ser un hecho aislado, parece estar vinculado a la creciente tensión en la zona. Un residente de Cala d’Hort, que prefirió mantenerse en el anonimato, respondió al vídeo viral publicado por Exponiendo Ibiza ofreciendo una perspectiva vecinal. En su mensaje, describió la situación como un “infierno” causado por el turismo masivo.
“En verano, y ahora también en invierno, la carretera colapsa con coches en horas punta, especialmente al atardecer. A menudo quedo atrapada en mi propia casa porque aparcan frente a mi barrera, incluso cuando está abierta. También he visto personas entrando en mi propiedad para hacerse fotos en la piscina con la puesta de sol de fondo”, explicó.
El residente agregó que ha llamado en numerosas ocasiones a las autoridades locales, pero asegura que no han tomado medidas efectivas. Aunque condenó el vandalismo, expresó cierta empatía hacia quienes recurren a estas acciones por frustración. “Es el resultado de años de abandono por parte de las instituciones”, lamentó.
Falta de soluciones y un conflicto sin resolver
El caso de Cala d’Hort ilustra un problema más amplio que afecta a varios puntos de la isla: la dificultad de equilibrar el turismo, motor económico de Ibiza, con la calidad de vida de sus residentes.
La falta de control en los accesos, el estacionamiento indiscriminado y la invasión de propiedades privadas son problemas recurrentes en zonas de alta afluencia turística.
Por su parte, las autoridades locales no han emitido un comunicado oficial respecto al incidente ni sobre posibles medidas para mitigar la tensión en la zona.
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