El conseller no adscrito del Consell Insular de Formentera, Llorenç Córdoba, ha registrado una propuesta que será debatida en el próximo Pleno de la institución insular, con la que busca revertir de forma progresiva las licencias de alquiler turístico en edificios plurifamiliares para destinarlas a uso residencial. El objetivo: afrontar la crisis habitacional que afecta de forma creciente a la población residente.
“Sin vivienda, no hay vida en la isla”, ha declarado Córdoba, subrayando que la imposibilidad de acceder a una vivienda impide a las familias asentarse, dificulta la emancipación juvenil y complica la contratación de personal en plena temporada turística.
Cerca de 1.000 plazas turísticas podrían reconvertirse
En su propuesta, el conseller señala que Formentera cuenta con unas 360 estancias turísticas autorizadas en edificios plurifamiliares, lo que equivale a aproximadamente 1.000 plazas. Según su planteamiento, su reconversión podría aliviar parte de la demanda de vivienda permanente.
La iniciativa incluye la elaboración de un estudio jurídico y urbanístico para analizar las vías legales de esta transición, así como un proceso de diálogo con los agentes implicados y el apoyo del Govern balear. Córdoba insiste en que se debe garantizar en todo momento la seguridad jurídica y el respeto a los derechos de los propietarios.
Emergencia habitacional en cifras y rostros
La propuesta de Córdoba llega en un contexto de creciente preocupación social por el acceso a la vivienda. Casos como el de Teresa y su hija, que duermen en un barco y guardan su ropa en el coche por no encontrar vivienda en la isla, han conmovido a la opinión pública y visibilizado la crudeza del problema.
En este contexto, el nuevo decreto turístico pactado entre el Govern balear y Vox ha generado críticas desde la oposición, especialmente del PSOE, que ha advertido del riesgo de que se autoricen hasta 33.000 nuevas plazas turísticas en Ibiza y Formentera. La formación lo ha calificado como “una bomba turística”, al considerar que puede agravar la presión urbanística y habitacional en las Pitiusas.
Aunque Córdoba ha hecho un llamamiento a la unidad política en torno a su iniciativa, recordando que “Formentera no puede esperar más”, su capacidad de generar consensos en el seno del Consell Insular ha sido limitada en el pasado.
En diciembre de 2024, todos los partidos con representación en la cámara insular rechazaron los presupuestos que presentó para 2025, alegando falta de consenso y oportunidad política.
La propuesta reabre el debate sobre el modelo turístico y urbano de Formentera. En una isla con fuerte dependencia del turismo, la reconversión de plazas turísticas a residenciales plantea desafíos legales, económicos y sociales. No obstante, Córdoba defiende que su propuesta es “realista, justa y necesaria” y que puede tener un impacto “directo y positivo” para muchas familias.