Una nueva actuación policial tuvo lugar este miércoles por la noche en el barrio de Figueretes, en el municipio de Ibiza, con el objetivo de reforzar la seguridad y verificar el cumplimiento de la normativa en locales de la zona. El operativo, realizado de forma conjunta entre la Policía Nacional y la Policía Local, se desarrolló a partir de las 22:00 horas y se centró en tres establecimientos del barrio.
Como resultado de la inspección, los agentes formularon nueve denuncias administrativas, principalmente por falta de documentación obligatoria y extintores caducados, lo que supone una infracción directa a las condiciones mínimas de seguridad que deben cumplir estos espacios.
Además, cinco personas fueron citadas en materia de extranjería y se levantó un acta de denuncia por tenencia de sustancias estupefacientes, en aplicación de la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadana. Estas actuaciones refuerzan la presencia institucional en un barrio que, desde hace semanas, ha estado bajo el foco mediático y vecinal por distintos episodios de conflictividad.
Una zona que arrastra semanas de tensión
La intervención de este miércoles no es un hecho aislado. Llega en un contexto de creciente preocupación vecinal por la situación de seguridad en Figueretes, un barrio que ha sido escenario de robos, peleas callejeras y consumo de drogas al aire libre en los últimos días.
El pasado fin de semana, un hombre fue detenido tras intentar robar una máquina expendedora en plena vía pública. La escena, registrada por cámaras de seguridad, mostraba cómo el sospechoso forzaba violentamente el aparato mientras algunos transeúntes pasaban a pocos metros, sin que intervinieran.
Ese mismo día, apenas unas horas después, se produjo una pelea multitudinaria en una de las calles del barrio. Los vídeos, difundidos por La Voz de Ibiza, mostraban una situación de extrema violencia: golpes, patadas, persecuciones e incluso personas que utilizaban botellas y cristales rotos como armas. La brutalidad del enfrentamiento generó un fuerte impacto social en redes y medios, y provocó una ola de reacciones entre residentes de la zona.
“Mi niño de 11 años bajó a comprar y quedó en medio de la guerra”
Uno de los testimonios más conmovedores fue el de una madre que denunció públicamente cómo su hijo de 11 años se vio atrapado entre la pelea cuando salió a comprar un tentempié. «Escuchó gritos y alaridos y cuando se dio cuenta estaba en medio de una batalla. Volvió temblando», relató.
Este tipo de episodios han alimentado una sensación de desprotección y abandono entre los vecinos, que desde hace tiempo vienen reclamando una mayor vigilancia y control en la zona. La combinación de locales con escasa supervisión, el consumo de alcohol y estupefacientes en la vía pública, y una cierta impunidad en los enfrentamientos ha convertido Figueretes en uno de los puntos más conflictivos del municipio.
Refuerzo institucional ante las denuncias vecinales
Tras estos incidentes, el Ayuntamiento de Ibiza y los cuerpos de seguridad han comenzado a desplegar medidas de refuerzo en la zona, incluyendo más presencia policial y controles en establecimientos susceptibles de generar focos de inseguridad. La actuación conjunta del miércoles por la noche se enmarca en esta estrategia, que busca devolver la normalidad al barrio.
No obstante, desde algunas asociaciones vecinales se insiste en que estas medidas deben mantenerse en el tiempo y no limitarse a respuestas puntuales. “La situación no se soluciona con una patrulla esporádica. Aquí se ha generado un clima de miedo que no desaparece con una multa o una detención”, expresaron algunos residentes en días pasados.