«Es normal que haya movilizaciones si no se llega a un acuerdo.» Con estas palabras, el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), Manuel Sendino, ha reconocido que el sector hotelero se prepara para un verano marcado no solo por la llegada de turistas, sino también por posibles protestas laborales.
A tan solo unas semanas del arranque de la temporada alta, el bloqueo en la negociación del convenio de hostelería, que afecta a más de 180.000 trabajadores en Balears, mantiene en vilo a empresarios, sindicatos y empleados. La última oferta patronal, que proponía una subida salarial del 8,5% en tres años a cambio de más flexibilidad y medidas contra el absentismo, fue rechazada de forma tajante por los sindicatos, que la calificaron de “insultante”. Los sindicatos exigen más del doble: un 19 % en ese período.
La próxima reunión es el 22 de mayo, aunque parece difícil que en una semana y media pueda llegarse a un acuerdo.
La patronal da por hecho un verano agitado
Las declaraciones de Sendino, que también forma parte de la mesa de negociación del convenio, suponen un reconocimiento implícito de que la conflictividad laboral podría convertirse en un ingrediente más del verano pitiuso. “Es normal que los trabajadores quieran presionar”, ha declarado el dirigente empresarial en una entrevista concedida a Radio Ibiza, donde también ha defendido la necesidad de mejorar la competitividad del sector.
Desde la FEHIF subrayan que la propuesta actual es “realista” y “adaptada al contexto”. Además, las distintas federaciones patronales coinciden que la reducción de la jornada laboral impulsada por el Gobierno central dificulta las negociaciones salariales.
Por su parte, los sindicatos consideran que el incremento salarial ofrecido no compensa la carga de trabajo y los niveles de beneficios que presentan los hoteles, especialmente tras las últimas temporadas récord.
Sindicatos: movilización en marcha
Tal como avanzó La Voz de Ibiza, los sindicatos ya han activado los mecanismos de presión, con asambleas, concentraciones y la posibilidad de convocar huelgas si no hay avances en las próximas semanas. Las protestas se centran en la negativa de la patronal a aceptar una subida más ambiciosa y en su insistencia en introducir elementos que los trabajadores ven como un recorte de derechos.
Desde UGT y CCOO ya advirtieron que la campaña turística puede coincidir con movilizaciones visibles en hoteles, aeropuertos y enclaves turísticos, lo que añade presión a las negociaciones.
Un verano entre turistas y pancartas
Mientras la temporada turística se presenta con cifras optimistas y previsiones de ocupación por encima del 80%, el conflicto laboral podría empañar la imagen de tranquilidad que el sector intenta proyectar. Las declaraciones de Riera parecen abrir la puerta a un escenario en el que empresarios y trabajadores se enfrentarán también en la calle, no solo en la mesa de negociación.
Desde ambas partes se insiste en que aún hay margen para alcanzar un acuerdo, pero el tiempo se agota. Si no hay avances en los próximos días, Ibiza y Formentera podrían vivir un verano caliente también en el terreno laboral.