«Cuando un turista formula una demanda por valor de un euro, directamente, 44 ramas distintas de nuestro tejido se ponen a producir, desde la agricultura a la industria y, por supuesto, los servicios», ha asegurado este lunes el director de la Fundación Impulsa, Antoni Riera.
El responsable técnico de la entidad público privada de estudio y estrategia de la economía balear, ha añadido que si además del impacto directo se considera la movilización indirecta «a través de las rentas» generadas por la demanda turística, acaban implicadas 68 de las 69 ramas de actividad de la estructura económica del archipiélago.
Riera ha expuesto este análisis con ocasión de la reunión celebrada por el patronato de la Fundación Impulsa, en la que han participado la presidenta del Govern, Marga Prohens, y la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas.
