Nuevo golpe al alquiler turístico ilegal. Después de que el Govern balear haya aprobado dentro del decreto de medidas urgentes en vivienda equiparar una vivienda que se está alquilando turísticamente con un establecimiento y, por lo tanto, permita la clausura preventiva de pisos turísticos, llega el turno de la Unión Europea.
Tal como se avanzó durante el encuentro informal de ministros de Turismo de la UE en el marco de la Presidencia española del Consejo celebrado recientemente en Palma, la Unión Europea creará un reglamento único europeo en el que deberán estar inscritos todos los propietarios que alquilen sus propiedades turísticamente en plataformas como Airbnb. La información de dicho registro deberá ser compartida con las autoridades locales.
Según una información de El Español, la presidencia española del Consejo de la UE y los negociadores de la Eurocámara ya han alcanzado un acuerdo final sobre el citado reglamento.
«Todos ganan con el acuerdo. El nuevo reglamento crea un conjunto único y sencillo de reglas de información para las plataformas y facilita los procedimientos de registro para los anfitriones«, ha celebrado la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo.
«Hasta ahora, las plataformas de alquiler han rechazado compartir datos, lo que dificulta la aplicación de las normas locales. Afortunadamente, este reglamento pone fin a eso y devuelve más control a las ciudades. Estamos demostrando que no son las grandes compañías tecnológicas sino las ciudades las que determinan las reglas», ha dicho la eurodiputada verde holandesa Kim Van Sparrentak, ponente de la norma.
Sorprendentemente Airbnb también se ha mostrado favorable a la norma. Valora de forma positiva que pone orden en las normativas distintas y contradictorias que se estaban aprobando por los estados miembros de la UE, según Nathan Blecharczyk, el cofundador y director de estrategia de Airbnb, en una carta al ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez.
«Este nuevo reglamento servirá como ejemplo a nivel global sobre cómo regular los alquileres de corta duración, a la vez que ofrece orientación clara a las plataformas y las autoridades en cuestiones muy importantes, como el intercambio de datos y la aplicación de unas normativas locales que sean útiles para todas las partes», asegura Blecharczyk.
Toda propiedad o habitación que se comercialice turísticamente deberá inscribirse en el registro de su país. Según el medio digital, será obligatorio aportar una serie de datos armonizados sobre el anfitrión y la propiedad, como tipo de unidad, número máximo de plazas, nombre, dirección, teléfono, etc.. El registro finalizará con un número de registro único, una especie de DNI del inmueble que facilitará la trazabilidad.
Las plataformas deberán mostrar el número de registro de cada anuncio. También tendrán que verificar de forma aleatoria si los anfitriones se han registrado y si se muestran los números correctos.
Las autoridades públicas tendrán la posibilidad de suspender números de registro y pedir a las plataformas que eliminen a los anfitriones que no cumplan las normas.
El reglamento obliga a las plataformas a compartir con las autoridades locales aquella información relevante en el ámbito de sus competencias.
Bruselas asegura que este sistema reduce la burocracia para anfitriones y plataformas y destaca que las autoridades locales tendrán acceso a datos muy útiles para regular la actividad y combatir el fraude.
La intención expresada en Palma es que el citado reglamento sea aprobado en breve. Tras su entrada en vigor y la implantación del citado reglamento, los consells tendrán una nueva herramienta para localizar propiedades que no cuentan con licencia turística. Un paso más en la lucha contra el alquiler turístico ilegal.
