La reconversión de la planta hotelera de la bahía de Sant Antoni vive un ritmo frenético. La transformación iniciada hace unos años y que tiene sus máximos exponentes en Cala Gració, con el OKU y en el TRS Ibiza, ambos de cinco estrellas, tendrá continuidad con uno de los proyectos de mayor impacto por su volumen en la misma zona: la reconversión del actual hotel Stella Maris en un hotel de cinco estrellas en el año 2026.
El enorme complejo ubicado en una parcela de 76.000 metros cuadrados, muy próximo al restaurante Es Tragón, el primero en obtener una estrella Michelin de Ibiza, ya ha empezado las obras de lo que acabará siendo una reforma integral.
Recientemente, el Consell ha autorizado la reconversión del hotel Palmyra en un establecimiento de cinco estrellas, por lo que el municipio tendrá cuatro cinco estrellas próximamente.
Colaboración público privada
El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra (PP), valora muy positivamente la apuesta de los empresarios por la mejora de la calidad del destino. El Ayuntamiento se siente en parte partícipe del fabuloso proceso de transformación, ya que aceleró la concesión de licencias de obras para proyectos turísticos. «Afortunadamente, hemos logrado desatascar el departamento y estamos concediendo licencias y finales de obra en plazos razonables, lo que ha permitido que se estén ejecutando numerosas reformas integrales y promociones de edificios plurifamiliares, lo que dinamiza la economía y supone aumentar el parque de viviendas que tanta falta hacen en Sant Antoni y en toda la isla», ha señalado el primer edil a La Voz de Ibiza.
Infraestructura y restaurante
Los obras de la primera fase del proyecto ya han comenzado. El hotel está acometiendo las infraestructuras de las que carecía la parcela y está remodelando uno de los edificios con los que cuenta el complejo para convertirlo en el Madunia, tierra madre en bengalí, la lengua de Bangladés.
Este será el nombre de un restaurante de inspiración africana con capacidad para 300 personas y ambientación musical. El establecimiento está diseñado para retener al cliente interno y atraer a clientes externos del hotel. A los mandos estará Meet Ivan, chef neerlandés, especializado en una cocina de fusión.
El ritmo es frenético para que las obras presupuestadas en dos millones de euros estén finalizadas a principios de la próxima temporada.
Siete villas
La siguiente actuación es la construcción de siete villas en la zona norte de la parcela. Tendrá vistas a la puesta de sol, en sentido contrario a Cala Gració, ya que se ubicarán en una zona próxima al hostal la Torre.
Las 54 plazas de las villas serán comercializadas como parte del alojamiento hotelero y han sido autorizadas gracias a los incrementos de volumen permitidos en las reformas hoteleras de la normativa turística autonómica.
La temporada 2025, cerrado
Al final de la próxima temporada, el hotel cerrará sus puertas y no abrirá hasta 2026 cuando lucirá sus cinco estrellas y no tendrá nada que ver con la ciudad de vacaciones para el turismo familiar que es en la actualidad.
Construido en los años 70, el hotel ya mejoró su categoría cuando fue adquirido por el grupo turístico neerlandés Corendon, turoperador con aerolínea propia.
En 2016 pasó a ser un hotel de cuatro estrellas bajo una unidad de explotación dejando atrás la época en la que se comercializaban apartamentos.
Cambio de propiedad
Stella Maris cambió de manos a principios de año. Bas Rasker, uno de los socios de Corendon, y emprendedor en serie con intereses en múltiples sectores adquirió la totalidad de la propiedad del complejo de Ibiza.
Bas Rasker es el fundador de Axivate Capital, fondo que invierte en empresas digitales, telecomunicaciones, ocio, viajes, hostelería y salud. Cuenta con varias desinversiones exitosas.
El Stella Maris es, de momento, el único establecimiento hotelero de Marble Hotels. Sin embargo, esta industria no es ajena a Rasker, ya que Axivate Horeca, la división de hostelería, gestiona un hotel boutique en Woerden, cerca de Amsterdam y Utrecht. Además del establecimiento del hotel, la compañía gestiona 16 locales de restauración de diferentes temáticas y enfoques, entre ellos un local de tapas españolas.
7pines
La disposición de las 320 habitaciones en edificios separados a los que se accede por calles que bordean el complejo y que también tienen el uso autorizado propietarios de viviendas que en su momento formaron parte del complejo pero que fueron vendidas de forma individual asemeja el complejo al hotel 7pines, también de cinco estrellas.
Según explica a La Voz de Ibiza, David Nieto, la mano derecha de Rasker en Ibiza, el hotel será gestionado directamente por la propiedad y. reposicionado tras la reforma integral. Cambiará de nombre y de mercado, ya que será comercializado a un cliente más selecto diferente del clásico vacacional actual que llenará las habitaciones la próxima temporada por última vez.
Nieto no ha querido desvelar la inversión presupuestada. «Es una inversión muy fuerte porque la reforma es muy importante, ya que el establecimiento fue construido en los años 70 y ha de modernizarse y adaptarse a los estándares de un hotel de lujo», ha señalado Nieto.
Faltan muchos detalles por concretar. Lo que sí está claro es que no será un todo incluido, que habrá más restaurantes temáticos tanto para el cliente del hotel como de clientes externos y que contará con varias piscinas.