Minutos antes del inicio de la reunión convocada por él mismo con todos los consellers de la Corporación, el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, ha admitido por primera vez que su dimisión es una posibilidad real. «Está todo sobre la mesa», ha dicho.
El objetivo expresado, no obstante, es alcanzar un acuerdo que garantice la gobernabilidad de la institución después de la grave crisis provocada por su amenaza con romper el apoyo parlamentario incondicional al Govern del Partido Popular de hace 15 días.
El secretario de la Corporación también ha sido convocado al encuentro para poder resolver las dudas jurídicas que puedan surgir y plantear soluciones y alterantivas.
Fuentes cercanas al presidente han explicado a La Voz de Ibiza que Córdoba mostrará a los consellers las pruebas de lo que ha venido denunciado, básicamente desprecio institucional por parte de Marga Prohens al darle plantón y escasa sensibilidad del Govern a las problemáticas de Formentera, y que pedirá a Sa Unió que haga lo propio y muestre las pruebas que dice disponer.
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