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CRISIS EN FORMENTERA

Sa Unió, pendiente ahora de un informe externo, para expulsar a Llorenç Córdoba

Dice tener firmado el documento de expulsión, pero no lo registrará en el Consell hasta que no haya aclarado todas las "dudas" legales sobre las consecuencias para la institución
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La candidatura al completo de Sa Unió de Formentera que concurrió a las elecciones de mayo.

El Consell de Formentera amanece al nuevo año con la anunciada expulsión del presidente Llorenç Córdoba aún pendiente de materalizar por sus todavía compañeros de gobierno en Sa Unió.

El portavoz del grupo, Óscar Portas, ha relatado a La Voz de Ibiza que el documento de expulsión «ya está firmado por todos los consellers», pero sigue sin registrarse en la institución hasta que no se despejen todas las «dudas» legales al respecto.

De hecho, pese a contar con un informe de secretaría, se ha pedido un estudio externo para corroborar los pasos a dar para que la expulsión de Córdoba y las medidas que se deriven puedan ser efectivas. «Esperamos que no se alargue más en el tiempo», dice Portas.

Tras la expulsión de Córdoba, que se quiere sea retroactiva a fecha de 31 de diciembre, el Consell de Formentera pasará a ser gestionado por un presidente no adscrito a ningún grupo político. El paso previo a la moción de censura que lo eche del gobierno.

Pero las consultas jurídicas que ahora ha externalizado Sa Unió pretenden aclarar en mayor medida si Córdoba podría ser expulsado de la junta de gobierno local o aún tendría derecho a pertenecer a ella. La expulsión también afectaría a su dedicación exclusiva y al sueldo público que percibe de la institución. Pero lo que ya es seguro es que no podría negársele es su participación en las distintas comisiones informativas.

Así se desprende de la jurisprudencia del Tribunal Supremo que, en aplicación de la Ley de Bases de Régimen Local, concluye que  «la situación de no adscrito no impedirá el ejercicio de otros derechos consustanciales a la condición de concejal», como «los de asistencia a los órganos colegiados y sus correspondientes retribuciones», así como a ejercer «potestades de control o de obtención de información necesaria para el desarrollo de las funciones que pertenecen a la esencia de la función representativa, que constitucionalmente les corresponde».

Pese al anuncio reiterado de expulsión de los miembros de Sa Unió, Llorenç Córdoba ha tratado en las últimas semanas de pasar página y acercarse a sus antiguos compañeros de gestión. También lo ha hecho con el PP balear, al haber apoyado, a cambio de diversas enmiendas, la aprobación de los presupuestos de la comunidad para el próximo año.

El PP balear mantiene cierta tibieza sobre la resolución del conflicto, a la espera de los pasos de Sa Unió.

Cabe recordar que Llorenç Córdoba concurrió como independiente al frente de la lista de Sa Unió, formada conjuntamente por el PP y Compromìs per Formentera. Hace un mes, perdió la confianza del grupo tras supeditar su apoyo a la presidenta balear Marga Prohens a cambio de conseguir un sobresueldo de 4.000 euros al mes.

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