El aún presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne ha pedido un informe a los servicios jurídicos de la Cámara para evitar su cese en el cargo, siguiendo así instrucciones de la dirección nacional de Vox, tras haber sido expulsado del grupo parlamentario, junto a la presidenta del partido en las islas, Patricia de las Heras, por cinco diputados díscolos que serán expulsados del partido.
Según el reglamento de la Cámara, Le Senne debe cesar de inmediato su cargo al quedarse fuera del grupo parlamentario y pasar a ser un diputado no adscrito.
Mañana miércoles está prevista la reunión de la Mesa del Parlament, que ha de tramitar el escrito de los diputados díscolos. Mientras tanto, la crisis institucional y política del partido político se agrava, a pesar de que desde el PP de Marga Prohens, presidenta balear, trate de minimizarla.
Esa crisis institucional y política pone en peligro la gobernabilidad de Baleares: Vox no forma parte del Ejecutivo del PP de Marga Prohens, pero los populares no cuentan con mayoría absoluta en la Cámara, por lo que precisan del apoyo puntual de los diputados rebeldes para sacar adelante sus principales iniciativas.
