El presidente no adscrito del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, decidió unilateralmente y sin informar tan siquiera al resto de grupos en la Junta de Portavoces del miércoles de que había decidido hacerse acompañar por el el secretario de la institución, Ángel Custodio Navarro, a su derecha, y del interventor de la Corporación, Pablo Serra, en la mesa presidencial con el objetivo de evitar sentarse solo para presidir el Pleno, tal como era la intención de sus excompañeros de Sa Unió y que forman parte de un gobierno bicéfalo.
Llorenç Córdoba ha explicado que había tomado esta decisión en base a que no está regulada la ubicación de ambos profesionales en el reglamento y por «imagen y dignidad» de la institución. «Es una decisión de Presidencia», ha aclarado iniciado a las 9 de la mañana del jueves.
El secretario general del PSOE de Formentera, Rafael Ramírez, ha afeado la decisión unilateral del presidente. «No nos parece correcto y había un espacio político para debatirlo», ha señalado.
Ramírez ha expresado sus dudas sobre el régimen que se seguirá para regular las intervenciones en el Pleno después de la expulsión de Córdoba, dudas que no han sido tratadas ni aclaradas.
En el turno de intervenciones al punto en el que el secretario ha dado cuenta de la expulsión de Córdoba de Sa Unió y su nueva condición de miembro no adscrito del Pleno, Córdoba ha intervenido para aclarar «no haber faltado a la integridad, la moral y la ética» referido por Sa Unió en su escrito de expulsión.
«Lamentar con tristeza profunda» que el gobierno haya antepuesto los «intereses espurios» a los «intereses públicos» lo que ha supuesto «un desastre jamás visto» que «no es entendible» que no haya tenido consecuencias, en alusión a la falta de dimisiones, lo que «no es de recibo», ha dicho Ramírez.
La expresidenta Alejandra Ferrer, portavoz de Gent per Formentera, ha lamentado que la «debilidad» de la institución ante otras instituciones y de un presidente «sin apoyo de su equipo de gobierno», situación que el cambio de ubicación ha «empeorado». Ferrer ha insistido la «falta de transparencia», ya que aún no han sido explicados los motivos.
Sa Unió ha declinado intervenir en este punto.
La Junta de Portavoces del Consell de Formentera dio luz verde el miércoles a la propuesta presentada por Sa Unió para alterar la configuración de la mesa principal de la institución.
El presidente ahora se sienta escoltado por el secretario de la institución, Ángel Custodio Navarro, a su derecha, y del interventor de la Corporación, Pablo Serra.
La decisión tomada en la Junta de Portavoces refuerza la imagen ruptura entre los ocho consellers de Sa Unió que expulsaron a Córdoba de la coalición con fecha a 31 de diciembre, como colofón a la crisis en Formentera.
La modificación pone de manifiesto las tensiones internas y la división en el seno del gobierno insular. La solicitud de Sa Unió evidencia que el presidente ya no cuenta con el apoyo de los ocho consellers que inicialmente lo respaldaron y que la relación entre ambas partes ha llegado a un punto crítico.
El pasado 12 de enero, Sa Unió, a través de las ejecutivas de PP y Compromís, decidieron expulsar a Córdoba del grupo político, alegando pérdida de confianza por haber utilizado el cargo en beneficio propio.
