El Servicio de Salud de Baleares (IbSalut) emitió en 2020 un certificado de conformidad con el pedido de las mascarillas fake, a pesar de que ya había recibido, dos meses antes, los resultados de los análisis constatando que el material no cumplía con los requisitos de una mascarilla FFP2. Este dato se suma al caso que tiene al exasesor Koldo García y al exministro José Luis Ábalos en el ojo de la tormenta, aunque desde el PSIB sostienen que el expediente ya caducó y que no deberían aceptar las denuncias contra ellos.
Esta certificación se hizo el 12 de agosto de 2020 a solicitud de la empresa, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, y la firma un subdirector de Compras y Logísticas que certifica que el contrato se había ejecutado «correcta y satisfactoriamente», según ha informado el actual director del IbSalut, Javier Ureña. Sin embargo, ya el 8 de junio de 2020 el centro estatal que analizaba el material había emitido un informe concluyendo que las mascarillas no cumplían los requisitos de una mascarilla FFP2
La postura del PSIB
El portavoz del PSIB en el Parlament, Iago Negueruela, ha insistido este miércoles en que el expediente de reclamación de las mascarillas compradas a la empresa investigada ha caducado. Según la sentencia a la que hizo referencia el socialista, el plazo expiraría a los seis meses: «No hay más. Ha caducado, elijan la fecha que elijan. Lo sabían, han estado mintiendo a la ciudadanía durante todos estos días, han engañado a la ciudadanía durante todos estos días para no reconocer lo obvio», ha señalado.
Por otra parte, Negueruela ha negado que las mascarillas fueran inservibles y ha insistido en que las mascarillas se podían utilizar como quirúrgicas y que eran las mismas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, envió a los hospitales.
