En la noche de este viernes, Joan Marí Tur Botja ofreció un pregón de Semana Santa que fue más allá de lo religioso, tocando temas políticos y sociales de relevancia. El acto se celebró en la Parroquia de Santa Cruz de Ibiza.
Desde el inicio, el filólogo y ex político Marí Tur compartió su inicial reticencia ante el encargo, expresando su deseo de jubilación política y social. Sin embargo, aceptó la responsabilidad y aprovechó la oportunidad para transmitir reflexiones profundas sobre la fe, la religiosidad y la importancia de mantener vivas las raíces culturales.
En sus palabras, hizo hincapié en la disminución de la práctica católica en España y en la isla, instando a la comunidad a no perder de vista sus creencias y a vivir la Semana Santa como una expresión pública y popular de la fe.
«La Semana Santa es una realidad histórica, cultural, artística, social, sentimental y espiritual que, desde mi punto de vista, tenemos el deber de conservar, querer y mantener«, afirmó Tur.
Responsabilidad individual
El orador también destacó la responsabilidad individual en la construcción de una sociedad más compasiva y solidaria. «Vivamos con alegría, con sentido común y con respeto a los demás, la Semana Santa que estamos a punto de vivir», instó.
En un momento especial, Joan Marí Tur resaltó la labor humanitaria de instituciones como Manos Unidas, Cáritas y la Iglesia católica, lamentando la tendencia a destacar lo negativo en lugar de valorar el trabajo positivo de la Iglesia en diversas áreas sociales.
El pregón concluyó con una llamada a conservar y vivir con alegría la Semana Santa como parte integral de la identidad cultural y espiritual de Ibiza y Formentera.
«La tradición y la fe son herencias que recibimos y que tenemos que transmitir a las generaciones venideras», enfatizó Botja, expresando su deseo de que las generaciones futuras continúen transmitiendo estas tradiciones y valores arraigados en la historia y la esencia de la comunidad.