No le cuadran los números a Apeam en cuanto a la reordenación prevista en la zona actualmente denominada muelle comercial y a donde está previsto que sean trasladados el tráfico con Formentera, la actividad pesquera, el varadero y los edificios de Autoridad Portuaria.
La actividad portuaria, en especial el tráfico comercial, adolece de la suficiente concreción en cuanto a superficie de tierra, de muelles y de edificios para poder prestar su actividad con garantías y con visión de futuro.
Por este motivo, Apeam reclama una mayor claridad en los espacios que serán destinados a cada uso porque, a su entender, falta espacio para atender las necesidades actuales de cada ámbito con la superficie disponible. Mucho más si se hace una proyección a futuro. En opinión de Apeam, no cabe todo lo que se ha destinado al muelle comercial.
Alerta, además, de contradicciones entre el Plan Especial y la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP).
La seguridad
Sostiene Apeam que la reordenación de los usos propuesta, en especial el traslado del tráfico a Formentera, y la concentración de usos en el muelle comercial afecta a la seguridad de la actividad portuaria.
Para Apeam no quedan resueltas en el Plan Especial las ubicaciones de la actividad pesquera; de varadero; de carga y descarga de mercancías; de descarga de graneles sólidos que requieren un superficie mínima de 2.500 metros cuadrados; los depósitos de mercancía en contenedores (otros 2.500 metros cuadrados); y los edificios de APB.
Tampoco está prevista la zona de embarque para vehículos que van a Formentera y que necesitaría 1.800 metros cuadrados.
Estrés
Aventura Apeam en sus alegaciones estrés a ciudadanos y agentes operadores.
La situación no es mejor en la zona 4, conocida como Ribera poniente-Norte y muelles comerciales, en la que convivirán el citado tráfico con Formentera, la actividad pesquera, el varadero y las instalaciones de la Autoridad Portuaria.