Sant Antoni se mantiene en alerta por el flagelo de los okupas y esta vez le ha tocado a un local en reformas, que se ha salvado gracias al aviso de los vecinos. Fueron estos quienes alertaron a las autoridades por una alarma que sonaba sin parar. Una patrulla de la Guardia Civil y la Policía Local se desplazaron al lugar para investigar qué estaba sucediendo.
Al llegar al sitio, los agentes encontraron a tres hombres dentro del inmueble, quienes se negaron a abandonarlo. Ante su resistencia, procedieron a la detención de los individuos, quienes opusieron gran resistencia y tuvieron que ser reducidos.
Los detenidos, identificados como un español y dos ciudadanos dominicanos, son conocidos delincuentes con amplios antecedentes penales por diversos delitos. Su presencia en el local en reformas levantó sospechas sobre sus intenciones.
Durante el enfrentamiento, uno de los agentes resultó herido leve en una de sus manos. Aunque se encuentra fuera de peligro, este incidente destaca la peligrosidad de la situación y la necesidad de actuar con prontitud por parte de las autoridades.
Este suceso pone de manifiesto la importancia de la colaboración entre la Guardia Civil y la Policía Local para mantener la seguridad en las comunidades locales y prevenir actos delictivos como la usurpación de propiedades en proceso de reformas. Las autoridades continúan investigando el caso para determinar el motivo detrás de la ocupación ilegal del local.