El pleno ordinario del mes de mayo del Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany ha aprobado de forma inicial la modificación puntual de diez artículos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) enfocadas principalmente a embellecer el paisaje urbano del municipio y adecuar el planeamiento a las necesidades actuales, además de realizar correcciones de artículos que precisaban aclaraciones en su redacción.
Entre los principales puntos establecidos, las fachadas deberán ir pintadas preferentemente en color blanco, arena o tono similar. En tanto, el Ayuntamiento destinará 1 millón de euros a las ayudas para la reconversión de negocios en la zona ZPAE y 300.000 euros a las ayudas para arreglo de fachadas.
La concejala de Urbanismo, Eva Prats, ha destacado que “entre las modificaciones se aclaran las condiciones de estética relativas al acabado de las fachadas y cerramiento de parcelas, siguiendo con el compromiso de este equipo de gobierno por el embellecimiento de nuestro paisaje urbano”.
De esta forma, se concretan los colores que deben utilizarse en las fachadas. Aunque antes ya se marcaba la tendencia de colores claros, ahora se aclara marcando que “deben ir pintadas preferentemente en color blanco, color arena o de tono similar”. En la misma línea de cuidar la estética urbanística, también se limita la altura máxima del cerramiento de las parcelas, por lo que la parte de obra no podrá superar el metro de alzada sobre la rasante de la calle y se podrá añadir un metro más de valla metálica o similares, con el objetivo de evitar muros de más de dos metros, que no corresponde con la armonía que se busca en el municipio.
Por otra parte, en la zona de núcleo antiguo (CA1 y CA2) se impide el cambio de uso de local a vivienda en la planta baja, que permite el planeamiento en todo el municipio, con el objetivo de conservar el tejido empresarial y comercial del casco antiguo, ya que en los últimos años ha habido una tendencia de cambio de locales a vivienda. También se limita el uso de albergues y la disposición de nuevos centros religiosos.
Respecto a la modificación aprobada en 2022 para permitir la finalización de los edificios existentes con licencia que permanecen inacabados, se suprime el periodo transitorio de dos años para ofrecer un mayor plazo para poder acabar las estructuras y embellecer el casco urbano.
