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OKUPACIÓN

Desesperación en Ibiza: denuncian que una estadounidense okupa y subalquila ilegalmente una vivienda en Benirràs

Los propietarios buscan negociar para recuperar la vivienda. Durante el conflicto enviaron a unos amigos a verificar si la estadounidense seguía en la propiedad tras meses de impago y la okupa llamó a la policía, resultando en la detención de los amigos por supuestas coacciones
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Guardia Civil en un Desalojo de okupas. Archivo

La problemática de la okupación vuelve a ser noticia en la isla, esta vez en la cala de Benirràs, al norte de Ibiza. Una mujer estadounidense continúa residiendo en una villa a pesar de que su contrato de alquiler expiró hace seis meses. Esta situación ha llevado a la desesperación a los propietarios de la vivienda, quienes han intentado llegar a un acuerdo para resolver el conflicto.

Además, la mujer subalquila ilegalmente habitaciones por mil euros al mes, situación ante la cual la familia ha intentado negociar sin éxito y ha tomado medidas legales. Incluso, hace unos meses, los propietarios cuentan que enviaron a unos amigos a verificar si la okupa estadounidense seguía en la propiedad tras meses de impago y la okupa llamó a la policía, resultando en la detención de los amigos por supuestas coacciones aunque fueron liberados después de un juicio rápido.

El portal ElPeriodico y Diario de Ibiza dan cuenta de una historia más de okupaciones en Ibiza. En este caso, el hijo del propietario de una villa en Benirràs, Ibiza, revela que estaban dispuestos a pagarle hasta 10.000 euros a una okupa estadounidense para que se fuera.

La familia continúa buscando soluciones legales para desalojar a la okupa

El hijo del propietario, que prefiere mantenerse en el anonimato, relata que su padre, jubilado, compró la casa hace años y decidió alquilarla recientemente para complementar su pensión. La familia ofreció inicialmente a la okupa 3.000 euros para que abandonara la vivienda, pero estaban dispuestos a aumentar la cantidad si era necesario.

«Si ella hubiera pedido más, 6.000 ó 10.000 euros, y si mi padre hubiese estado de acuerdo, también se los hubiéramos dado», asegura.

Además de no abandonar la casa, la okupa ha estado subarrendando habitaciones por mil euros al mes. Una de las inquilinas que vivió en la villa contó que decidió marcharse al enterarse de la ilegalidad de la situación. «Moralmente no me parecía bien», explica esta joven, quien contactó con el diario para denunciar el caso.

Opciones de negociación

La familia propietaria, representada por su abogado, ofreció dos vías para llegar a un acuerdo: pagar a la okupa para que se fuera o renovar el contrato con una tercera persona de su entorno que tuviera solvencia.

Sin embargo, la okupa manifestó su preferencia por encontrar a alguien que firmara el contrato en su nombre, algo que hasta ahora no ha sido posible debido a la falta de solvencia de sus conocidos.

Testimonios de afectados

Una antigua inquilina, que pagó 8.000 euros por adelantado por una habitación, intenta recuperar 6.000 euros correspondientes a los meses que no iba a alojarse allí. Según ella, al enterarse de que la okupa no tenía contrato, decidió abandonar la casa. Actualmente, tanto la joven como el hijo del propietario han puesto el caso en manos de abogados y de la Guardia Civil.

La familia propietaria también señala que el año pasado la misma mujer okupó otra villa en Siesta, Santa Eulària des Riu. «Era la primera persona a la que mi padre le alquilaba la casa», lamenta el hijo del afectado.

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