Los Servicios Sociales de Santa Eulària continúan trabajando tras el desalojo del asentamiento ilegal de Can Rova durante la mañana del pasado miércoles. De las 300 familias que vivían allí, solo dos recibieron ayuda económica de parte del municipio con el pago de la fianza de una vivienda, mientras que durante la última noche se ha detectado que un grupo de 30 personas, entre adultos y menores, apareció nuevamente en la zona de Can Bufi, por lo que han salido a buscarlos para otorgarles ayuda ante esta situación de vulnerabilidad.
«Se ha coordinado con Cáritas el alojamiento de unas diez personas entre mujeres y niños en el Centro de Acogida Nazaret; tres hombres adultos han ido al Centro de Baja Exigencia de sa Joveria y otras 20 personas adultas dormirán en el polideportivo del CEIP S’Olivera», informan desde Santa Eulària en su última actualización sobre Can Rova.
Desalojo
Pasadas las 9:30 del miércoles, la Policía Local de Santa Eulària y la Guardia Civil activó el protocolo de desalojo de Can Rova, tal y como estaba establecido. En un principio, un numeroso grupo de personas se retiró por sus propios medios, pero la mayoría de residentes allí se resistió y la tensión con las fuerzas de seguridad comenzó.
Los antidisturbios ingresaron a Can Rova para pedirle a estas familias que en quince minutos desalojen el lugar, el cual es gestionado por uno de los hermanos propietarios del terreno sin la autorización de los demás. Este hecho generó enojo entre las personas que viven allí y se enfrentaron a la policía, que cumplió con su cometido.
Sin embargo, el hecho no termina allí. La protesta continuó con cortes de carretera en reclamo de viviendas para las 300 familias, insultos, gritos y mensajes desesperados de las madres y padres de Can Rova que no tienen un hogar para sus hijos e hijas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha ofrecido asistencia social a estas personas que han quedado en una situación de extrema vulnerabilidad y que no podrán conseguir un lugar donde vivir, más aún en temporada alta, cuando los precios en Ibiza se incrementan de manera considerable.