ANTISEMITISMO EN IBIZA

Denuncian una violenta agresión antisemita en Las Dalias: «Vio la estrella de David, me dijo hijo de puta judío y me golpeó»

Un artesano argentino denuncia haber sido insultado y agredido por su condición de judío en su puesto del famoso mercadillo de Ibiza por otro mercader que niega los hechos, motivo por el que ambos fueron expulsados del mercadillo. Acusa a Las Dalias de presiones para evitar la denuncia, algo que niega 'Juanito Marí' para quien "no fue una agresión antisemita" sino "una pelea" entre dos personas que "fuman y beben juntos". La organización judía Chabad Ibiza ha tomado cartas en el asunto y ha respaldado al denunciante.
Denuncia presentada por la agresión antisemita en Las Dalias.
Denuncia presentada por la agresión antisemita en Las Dalias.

Abraham Jorge Szmukler, un artesano argentino de 57 años que lleva dos años comercializando sus joyas en el mercadillo de Las Dalias de Ibiza, ha denunciado que fue víctima de un ataque verbal y físico de carácter antisemita por otro artesano poco después de la medianoche del domingo día 12 dentro del recinto de Las Dalias. 

La agresión se produjo en el puesto del joyero poco después de haber cerrado sus puertas al público el mercadillo. No obstante, algunos puestos ubicados en el jardín que hay a la entrada alargan la actividad comercial hasta pasada la medianoche los días que hay fiesta como es el caso. Así, lo ha relatado en la denuncia presentada este jueves en el juzgado de guardia de Ibiza.

Por estos incidentes, ambos han sido expulsados del mercadillo más famoso de Ibiza y por el que pasan miles de turistas todos los veranos. Juan Marí, Juanito de Las Dalias, ha negado a La Voz de Ibiza que se trate de una agresión antisemita en tanto que se trata de dos personas que se conocen y que «fuman y beben juntos» y el presunto agresor, los hechos.

Sea como fuere, la denuncia está presentada y una denuncia falsa acarrea penas de prisión para quien la presente. Ahora es el turno del juzgado y de la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron a las 00:30 horas de la madrugada del lunes de la semana pasada. De acuerdo con la denuncia que obra en poder de La Voz de Ibiza, un individuo identificado como Alkes Orta Fernández y que vendía ropa en el mercadillo de Las Dalias se acercó a Szmukler y a su hija de manera agresiva, iniciando una serie de insultos antisemitas.

«Judío de mierda» y «judío hijo de puta» fueron algunas de las expresiones utilizadas por el agresor, quien, según el relato de la víctima, no se limitó solo a las palabras.

Agresión

Szmukler explica que Orta Fernández llegó a encarar a su hija mientras le profería insultos similares, lo que lo llevó a reaccionar de forma inmediata.

Sin embargo, su intento de defensa provocó que fuera agredido físicamente, recibiendo un golpe que le hizo caer al suelo y perder sus gafas en el proceso. Según su testimonio, la intervención de otras personas en el mercadillo evitó que el enfrentamiento escalara aún más, pero el daño ya estaba hecho.

Estrella de David tatuada en el pecho del artesano argentino
Estrella de David tatuada en el pecho del artesano argentino.

Posteriormente, la situación se complicó aún más. Szmukler asegura que tanto él como su hija comenzaron a recibir amenazas de los responsables del mercadillo, quienes le instaron a no proceder con la denuncia, advirtiendo que hacerlo podría dañar la reputación de Las Dalias.

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A pesar de estas presiones, Szmukler decidió llevar el asunto ante las autoridades. En su denuncia, presentada el jueves, el artesano señala que tanto él como su hija han sido expulsados del mercadillo, lo que habría agravado aún más su situación emocional y psicológica.

Orden de alejamiento

«Estamos muy asustados y afectados psicológicamente», se lee en el texto de la denuncia, en el que Szmukler solicita una orden de alejamiento contra su agresor para proteger la seguridad de su hija y la suya propia.

Además, pide la asistencia de un abogado y la intervención de servicios de ayuda a la víctima, subrayando la necesidad de salvaguardar su integridad física y emocional.

«Algunos rabinos y ciudadanos dirigieron cartas pidiendo explicaciones a la administración (de Las Dalias), tras lo cual mi hija y yo fuimos expulsados del mercado», se lee en la denuncia.

Sin embargo, hasta el momento, según la denuncia, no ha habido una respuesta oficial satisfactoria, y el temor por posibles represalias sigue siendo una preocupación latente para Szmukler y su hija.

El artesano ha solicitado una audiencia para ampliar su declaración, proporcionando más detalles sobre los hechos y aportando pruebas adicionales que respalden su versión. Dice contar con testigos presenciales de agresión.

Además, ha expresado su deseo de que el caso no quede impune, apelando a las disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM), que le otorgan el derecho a personarse con abogado y reclamar una reparación o indemnización por los daños sufridos.

En los juzgados de Ibiza, denuncia en mano.
En los juzgados de Ibiza el jueves, denuncia en mano.

En primera persona

Sobre el día del ataque, Szmukler relata a La Voz de Ibiza: «Ese día, estábamos mi hija y yo sentados en la entrada principal, y esta persona se puso de pie delante mío y me preguntó por qué llevaba un tatuaje con una estrella de David, si era judío. Le respondí que sí. Entonces, comenzó a insultarme, diciendo que los judíos son una mierda, que son unos hijos de puta. Le dije que estaba siendo racista conmigo y le pedí que se retirara. Luego empezó a insultar a mi hija de la misma manera».

El artesano continúa describiendo cómo la situación escaló: «Esta persona, mucho más joven que yo, de unos 30 años, me encaró de manera violenta. Cuando me levanté para quitármelo de encima, me golpeó y yo reaccioné, pero fue una reacción leve. Nos separaron y todo quedó muy mal y yo, muy afectado».

Abraham Jorge Szmukler explica con pesar a La Voz de Ibiza que hasta el incidente «era un hombre feliz. Teníamos una vida muy buena, tranquila con mi hija. Tenemos un taller muy bueno, producimos un material de alta calidad, totalmente artesanal, que se vendía bien. No tenía ningún tipo de problema. Conocía a esta persona de vista, de diálogos pequeños, pero hacía más de un mes o dos que ni siquiera lo veía, ni le dirigía la palabra».

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Expulsión de Las Dalias

Al día siguiente, Szmukler relata que decidió acudir a buscar amparo ante el dueño del mercadillo, Juanito Marí: «A la mañana siguiente, fui a hablar con el dueño del lugar, pensando que tomaría la actitud correcta y le expresé lo que creía que correspondía hacer: que le hiciera un acta de expulsión justificada, porque fue un hecho grave. Pero el dueño me respondió que yo no le iba a decir lo que tenía que hacer y que no hiciera la denuncia, porque si la interponía, el primer perjudicado sería yo, ya que perjudicaría su imagen. Me amenazó con echarme y deportarme, porque sabía que estaba en una situación irregular en el país».

La hija, también víctima

El artesano judío explica que las amenazas no tardaron en llegar: «A partir de ahí, comenzaron a llegar amenazas a mi entorno. Me decían que me iban a expulsar del taller, de la casa, y que tendría que irme del país. Aunque no hice la denuncia inicialmente, me conecté con gente de la comunidad, llegué al rabino, quien envió una carta pidiendo explicaciones y esperando una decisión favorable que me protegiera. Pero cuando el dueño recibió la carta, se enojó mucho y me echó».

Finalmente, el artesano describe cómo las cosas empeoraron: «El tema se fue complicando, y de manera indirecta empezaron a llegar más amenazas de que perdería el taller, la casa y de que me deportarían. Así nos expulsaron a los dos, a mí y a mi hija, aunque ella no reaccionó ni hizo nada en ese momento. En todo caso, si hubiera sido correcta una sanción, debería haber sido solo contra mí por haber reaccionado. Hoy no tenemos trabajo, y además, sin papeles, me dejan en una situación de semi-indigencia en plena temporada».

Apoyo de la comunidad judía

Ante la gravedad de la situación, Abraham Jorge Szmukler recurrió a la organización Chabad Ibiza para obtener apoyo y protección. En un mensaje enviado al dueño del mercadillo, el rabino Mendy, líder de la comunidad judía en Ibiza, expresó su profunda preocupación por el ataque antisemita sufrido por Szmukler: «Me entristeció mucho escuchar que Abraham Schmukler fue atacado en su mercado porque es judío. Este es un incidente muy grave de odio puro contra alguien que no ha hecho nada malo», escribió el rabino, subrayando la seriedad del caso.

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Además, añadió: «Confío en que manejará este asunto con la máxima seriedad para dejar claro que este tipo de comportamientos no tienen lugar en su mercado. Agradecería si pudiera compartir conmigo las medidas que planea tomar para asegurar la seguridad de Abraham».

En un intercambio de mensajes al que ha accedido La Voz de Ibiza, Joan Marí, propietario del mercadillo, reconoció el hecho en su respuesta, mostrando su disposición a abordar el asunto. «Si quieres, la semana que viene podemos vernos y comentamos el incidente», le dijo al rabino.

Juanito advierte que «Las Dalias no tiene nada que ver»

Juanito de Las Dalias se ha mostrado, en declaraciones a La Voz de Ibiza, molesto con la situación ya que, según lo que él explica, «lo que hubo fue una pelea entre dos personas que se conocen, que fuman y beben juntos, y fue dentro de su tiempo de ocio (ya que el mercadillo ya había cerrado sus puertas)».

Este extremo ha sido negado por el joyero argentino quien asegura «no beber». «Lo conozco como conozco a otros artesanos que venden en el mercadillo, pero nada más. Hacía dos meses que no intercambiaba una palabra con él», ha asegurado a La Voz de Ibiza. 

Además, el empresario ha negado que la agresión denunciada tuviera carácter antisemita. «No tiene nada que ver con un ataque antisemita, está fuera de contexto. Por eso, nuestra manera de actuar, como siempre que hay una pelea, es echar a quienes la protagonizaron, por lo que los eché a los dos. Pero decir que es por algo antisemita está fuera de lugar«.

Juanito Marí cuenta: «Nosotros separamos la pelea y punto. No sé qué pasó, nadie lo sabe. Y si el agredido hizo la denuncia, está bien, pero Las Dalias está al margen de estas tonterías. Podría haber pasado en la calle, en el supermercado o buscando setas».

Además, niega las amenazas relatadas a este diario por el denunciante.

«Es mentira»

El denunciado se ha limitado a negar los hechos a La Voz de Ibiza y a decir que es «mentira», lo que implicaría que estaríamos ante una denuncia falsa, lo que puede acarrear hasta penas de dos años de prisión en el caso de que sea demostrado.

 

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