La crisis política en Formentera ha alcanzado un nuevo nivel de tensión durante el pleno celebrado hoy, que ha sido abruptamente aplazado para analizar una propuesta urgente presentada por el PSOE. Llorenç Córdoba, presidente del Consell Insular, ha tachado de “absurdo” el intento de modificar la Ley de Consells, una medida que, según él, busca exclusivamente forzar su destitución mediante la imposición de una cuestión de confianza.
El PSOE había presentado la moción solicitando que se reforme la Ley de Consells (Ley 4/2022) para incluir en el Régimen Especial de Formentera un marco jurídico que obligue al presidente insular a someterse a una cuestión de confianza si no cuenta con el apoyo necesario para garantizar la gobernabilidad. Esta propuesta, que se ha tratado con carácter urgente en el pleno de hoy, responde a la grave crisis política que atraviesa la isla, donde la falta de vicepresidencias y una Junta de Gobierno operativa ha paralizado el funcionamiento del Consell.
La moción presentada por el PSOE insta al Parlament balear a estudiar y modificar la Ley de Consells, requiriendo que cualquier presidente insular que no logre formar una Junta de Gobierno y nombrar vicepresidentes esté obligado a someterse a una cuestión de confianza. Para que esta reforma legislativa se apruebe, sería necesario el apoyo de dos tercios del Parlament balear, lo que implica un amplio consenso político para llevarla adelante.
Absurdo
“Quieren cambiar la ley solo para echarme. Es absurdo, es antidemocrático y sienta un peligroso precedente,” ha afirmado Córdoba durante su intervención, criticando la propuesta del PSOE que, de ser aprobada, alteraría significativamente las reglas de gobernabilidad en Formentera. “La Ley de Consells fue acordada por todos los grupos políticos hace apenas dos años. Ahora quieren modificarla simplemente porque no pueden llegar a un acuerdo entre ellos para formar un nuevo gobierno,” ha agregado, subrayando la gravedad de este intento de modificación legal.
El presidente también se ha mostrado crítico con la estrategia de Gent per Formentera y el PSOE, que han promovido la declaración de “inviabilidad del Consell” como paso previo a unas posibles elecciones anticipadas. “La urgencia para el Consell es hacer una Junta de Gobierno y tener vicepresidentes. Pero la urgencia para ellos es echar al presidente,” ha denunciado Córdoba, cuestionando las prioridades de los partidos opositores.
Movimiento de Pinza
Además, Córdoba ha denunciado un “movimiento de pinza” que, según él, han orquestado todos los grupos políticos para forzar su salida del Consell Insular. Según Córdoba, estos partidos han dejado de lado sus diferencias ideológicas y han unido fuerzas con el único propósito de desestabilizar su gobierno. Este movimiento incluye no solo la presión para que presente una cuestión de confianza, sino también la propuesta de modificar la Ley de Consells para obligarlo a someterse a esta votación si no cuenta con el respaldo necesario para gobernar. “Todos los grupos políticos están haciendo una pinza para echar al presidente del Consell. Lo que deberíamos preguntarles es cuál es la razón detrás de esto,” ha declarado, subrayando que, en su opinión, no existe un fundamento sólido para esta ofensiva en su contra.
En respuesta a las críticas sobre la falta de una Junta de Gobierno, Córdoba ha recordado que cuando asumió el cargo, se formó dicha Junta y se nombraron vicepresidentes, cumpliendo con todas las obligaciones legales. Sin embargo, según él, la crisis actual ha sido provocada por el abandono de responsabilidades por parte de Sa Unió, cuyos consellers, ha afirmado, han dejado sus puestos sin justificación. “He cumplido con mi función de crear una Junta de Gobierno y que hubiera vicepresidentes. Ahora, si esta gente abandona, yo no me puedo clonar. Soy una persona y me hacen falta tres personas más,” ha explicado Córdoba, evidenciando la dificultad de gobernar bajo las actuales circunstancias.
Cuestión de confianza
Sobre la posibilidad de plantear una cuestión de confianza, Córdoba ha reiterado que no la considera oportuna en este momento, dado que el resultado sería predecible en el actual clima político. “Las cuestiones de confianza no se presentan así como así. Ya sé el resultado de la cuestión de confianza; no creo que sea el momento,” ha afirmado, dejando claro que planteará dicha cuestión solo cuando sea realmente beneficioso para la estabilidad del Consell.
Finalmente, Córdoba ha defendido su decisión de permanecer en el cargo mientras sea necesario, asegurando que su prioridad es cumplir con el mandato otorgado por los votantes. “Se creen que cuando Llorenç dimita como presidente, todo se arreglará. Pero ¿cómo lo harán? Con 8 de Gent per Formentera y 8 de Sa Unió. Yo sigo en el cargo y somos 9. No es la solución ni más rápida ni mejor. No es lo que ha pedido el pueblo. Seguiré respetando eso hasta que no pueda hacer otra cosa,” ha concluido.
Córdoba también ha alertado sobre las consecuencias de esta crisis, advirtiendo que el Consell está paralizado y que tanto políticos como funcionarios y la población en general son rehenes de la situación creada por Sa Unió. “El Consell está secuestrado por Sa Unió, y somos rehenes todos: los que estamos en el Consell, los políticos, los funcionarios, y la población. Todos estamos pendientes de lo que hará Sa Unió. Si gobernarán o no, si dejarán gobernar. Pero todo está en manos de Sa Unió,” ha sentenciado.
