Un procedimiento de desalojo se lleva a cabo por estas horas en Santa Eulària, más precisamente en una vivienda ubicada en Es Novells 55, donde una mujer de unos 50 años ocupa de manera ilegal una parte del terreno.
El operativo es dirigido por la empresa «antiokupa» APD Security Iberia, que se especializa en desalojos de todo tipo de propiedades y cuyo personal ha arribado a la vivienda el sábado pasado. «La inquilina que le cedió la parte de la vivienda nos ha pedido ayuda y aquí estamos. Nuestro trabajo es ejercer presión y estamos preparados para una situación violenta si se presenta, pero no podemos actuar fuera de la ley».
La empresa también ha tenido contacto con la policía local y la Guardia Civil desde el día sábado cuando llegaron a Ibiza.
«El terreno está hecho una porquería»
Según las fotos y los videos a los que pudo acceder La Voz de Ibiza, el terreno común que comparten las viviendas está en condiciones insalubres, con bolsas de basura acumuladas y restos de comida en descomposición.
«El terreno está hecho una porquería», ha asegurado Plana a este medio, y también ha mencionado que esta situación generó una clara tensión con los vecinos. «La mujer okupa a amenazado a una vecina anciana de 93 años que vive en frente, ha roto la cámara de seguridad de la inquilina y hasta ha pegado celulares a sus ventanas para filmar lo que sucede afuera».

«Le hemos dicho ‘usted se va a ir sola, se va a ir hoy, mañana o dentro de un mes, pero se va a ir porque la casa no es suya'», ha contado Antonio Plana, director de APD Security Iberia, a La Voz de Ibiza.
De acuerdo al relato de la empresa, el propietario de la vivienda se la alquiló a una mujer de nacionalidad argentina con sus dos hijas, y esta, como un gesto de ayuda, ha alojado a otra argentina llamada Mariana. «Ellas se conocieron en los mercadillos, trabajando en la preparación y distribución de comida a los locales. La okupa no tenía a dónde ir y ella le quiso ayudar. Hicieron un arreglo verbal del que también tiene conocimiento el propietario», ha señalado Plana.

El terreno incluye, además de la vivienda principal donde vive la inquilina con sus hijas, un almacén, una caseta (donde permanece la okupa) y áreas exteriores como un baño y una cocina.
El personal de la empresa se alojó en el sector del almacén, que tiene una habitación con colchones para pasar la noche: «Le dimos una servidumbre a la okupa para que entre y salga del terreno por un lateral, pero evidentemente no le gusta que estemos aquí. Dice que la cocina y el baño son suyos, incluso nos acusó de que le habíamos robado», ha comentado Plana.
