El Govern de las Islas Baleares ha alcanzado en 2024 un récord en la lucha contra los chárteres náuticos ilegales. Según datos proporcionados por la Conselleria del Mar, este año se han incoado 153 expedientes sancionadores, con multas que totalizan 462.200 euros. Este es el mayor número de sanciones registradas hasta la fecha, superando con creces las cifras de años anteriores.
La Dirección General de Puertos y Transporte Marítimo ha intensificado el control sobre las actividades ilegales de alquiler de embarcaciones, en colaboración con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Este esfuerzo refuerza el compromiso del Govern para garantizar la seguridad marítima y proteger el medio ambiente de las aguas de Baleares.
Infracciones en cifras
De los 153 expedientes sancionadores registrados hasta el 12 de diciembre:
- 64 corresponden a infracciones leves.
- 89 son infracciones graves.
- 65 expedientes ya han sido finalizados, mientras que los 88 restantes se encuentran en diversas fases de tramitación.
El impacto económico de estas sanciones es notable, con un aumento significativo respecto a 2023, cuando se incoaron 109 expedientes sancionadores con multas que sumaron 125.020 euros. Este incremento subraya el enfoque cada vez más estricto hacia estas actividades.
En los últimos cinco años, Baleares ha experimentado un aumento continuo en el número de expedientes sancionadores por actividades ilegales en el sector náutico. La tendencia de intensificar los controles se ha consolidado, y 2024 marca un hito en esta estrategia con un incremento significativo respecto al ejercicio anterior.
El Govern atribuye este éxito a la colaboración entre la Dirección General de Puertos y Transporte Marítimo y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que ha permitido una mayor eficiencia en la detección y sanción de estas prácticas.
La Conselleria del Mar ha destacado que estas sanciones no solo buscan frenar las actividades ilegales, sino también proteger la seguridad de los navegantes y minimizar el impacto medioambiental en las aguas baleares. Las prácticas de chárteres náuticos ilegales, además de representar una competencia desleal, pueden comprometer la conservación del entorno marítimo y generar riesgos para los usuarios.