El programa Alquiler Seguro, lanzado por el Govern balear en noviembre del año pasado con el ambicioso objetivo de incorporar 2.000 viviendas al mercado de alquiler enfrenta retos importantes en su fase inicial. «La obtención de la documentación se está retrasando más de lo que esperábamos», afirma Bernat Seguí, secretario del Colegio de Administradores de Fincas de Baleares (CAFBAL). Según Seguí, las primeras dos documentaciones completas de todas las Baleares llegaron recién el pasado fin de semana, pero aún no se ha firmado ningún contrato de arrendamiento. La realidad es que el programa ha levantado un escaso interés en Ibiza y Formentera.
Entre las principales trabas se encuentra la necesidad de documentación actualizada, como la cédula de habitabilidad o el certificado de eficiencia energética. «Muchos propietarios tienen viviendas vacías cuya cédula está caducada. Renovarla es un trámite que tarda», explica Seguí en declaraciones a La Voz de Ibiza.
Además, la alta demanda de certificados energéticos debido a normativas recientes ha generado un cuello de botella. «Los técnicos están saturados en esta época del año, y esto retrasa aún más los expedientes», añade.
El programa, que busca ofrecer alquileres con precios un 30% por debajo del mercado, plantea atractivas garantías para los propietarios, incluyendo el pago del alquiler e incluso por anticipado por parte de la Administración y la seguridad de un retorno en buen estado del inmueble. «Esta es la primera medida que intenta ofrecer algo más favorable para los propietarios, pero todavía falta mucho para generar confianza«, declara.
Alquiler seguro: burocracia
El programa requiere que los propietarios cumplan con un extenso listado de requisitos, desde certificados legales hasta una tasación del inmueble realizada y visada por los colegios profesionales.
«A nosotros nos llega un propietario que está interesado en aportar la vivienda al programa. Le explicamos cómo funciona, si se necesita, visitamos la vivienda, y le detallamos cuáles son los requisitos que debe cumplir la propiedad. Una vez pasado ese filtro, le acercamos la documentación que debe presentar. Al estar la Administración de por medio, se debe cumplir con mayores garantías que en cualquier otro arrendamiento», describe Seguí.
Entre los requisitos para los propietarios de las viviendas, se establece que no tengan la condición de gran tenedor; solo podrán acogerse viviendas que se encuentren vacías desde hace seis meses o más, que no figure ninguna persona empadronada en la vivienda desde hace un año; las viviendas deberán tener una antigüedad de construcción mínima de tres años y presentar un buen estado de limpieza y mantenimiento que permita la entrada inmediata.
Además de estar situadas en las Baleares, las viviendas no pueden estar sometidas a limitaciones que impidan su arrendamiento, deben tener contratados los suministros de agua y electricidad, con cocina y baño correctamente dotados y con el equipamiento básico, deben disponer de certificado de eficiencia energética vigente y la instalación eléctrica debe cumplir los requisitos según la normativa vigente.
Alquiler seguro: la cédula de habitabilidad
Sin embargo, la burocracia y los tiempos administrativos han generado retrasos. «Muchas de estas viviendas tienen la cédula de habitabilidad caducada, ya que no estaban en el mercado de alquiler. Renovarla es un trámite que tarda«, señala Seguí.
A esto se suma el problema del certificado energético, que enfrenta un cuello de botella debido a la saturación de técnicos encargados de inspecciones obligatorias. «En los dos últimos meses del año se concentran hasta el 90% de las certificaciones, y esto está retrasando aún más la obtención de la documentación», explica.
«Es bastante documentación: cédula de habitabilidad, certificado de eficiencia energética, un certificado que acredite que el propietario no es un gran tenedor, otro que acredite que no posee deudas con la comunidad, entre otros requisitos. Una vez que el propietario presenta estos papeles, los APIS (Agentes de la Propiedad Inmobiliaria) se encargan de hacer la valoración de la propiedad», agrega.
«Esa valoración luego debe ser visada por un colegio profesional. Luego de eso, si el propietario está conforme, la propiedad se incluye definitivamente en el programa y se busca un arrendatario», completa Seguí, quien estima que «para mitad de enero se van a registrar los primeros contratos».