Pocas horas luego de que el Ayuntamiento de Ibiza sacara a licitación las obras para rehabilitar y reformar sa Peixateria, la antigua pescadería, el PSOE denunció en un comunicado que se trata de un proyecto que incumple el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI). Su argumento: que se trata de un edificio histórico, equiparable al Hotel Montesol o al Teatro Pereira, y que por tanto se debe respetar su arquitectura y su uso original. Sin embargo, un informe técnico de la Regidoria de Patrimonio al que ha podido acceder La Voz de Ibiza refuta esta teoría.
El escrito en cuestión es una respuesta ante las críticas de la Asociación de Vecinos de la Marina-Poble Nou, presentada por su presidenta, Nadia Bourbia. La asociación se amparaba en el artículo 109.1 del PEPRI que, decían, le da a sa Peixatería un grado de conservación 1.1, es decir, un grado destinado a edificios «que tienen carácter singular y un importante valor arquitectónico».
El informe de Patrimonio, en cambio, explica que si bien sa Peixateria tiene una tipología singular (concretamente, su planta octogonal), esto no es suficiente para entrar en dicho grado de protección.
En esa misma línea, se destaca que “otro documento del PEPRI (…) la Actuación específica nº 16-17 expresa concretamente que el mercado de pescado ‘se encuentra infrautilizado, debido a la constante degradación y terciarización de los barrios de sa Penya y la Marina’”.,
Comparaciones incorrectas
En comparación con el Hotel Montesol o el Teatro Pereira, enfatiza el informe, “la realidad de sa Peixateria es muy diferente, dado que se trata de un edificio reformado totalmente en los años 80 y, por tanto, de su carácter histórico tan sólo resta su forma octogonal y el emplazamiento”. Además, dice que “respecto a su uso, en el momento en que se redactaba el PEPRI (año 1991-1992) el mercado ya se encontraba infrautilizado (4 paradas de 39 disponibles) y antes de que se aprobara definitivamente, habría cerrado por completo”.
Para Patrimonio, “la transformación de sa Peixateria ha producido la desaparición de cualquier elemento del edificio original”.
“En 1875, el mercado de pescado ya estaba en uso. Sin embargo, existen varios testigos documentales sobre deficiencias del edificio, de forma que es necesario reformar totalmente, y su configuración actual es producto de las obras llevadas a cabo a principios de los años ochenta del siglo XX”, agrega el informe.
La Regidoria de Patrimonio considera que el edificio en cuestión equivale al nivel C del PGOU aprobado en julio del 2023, una categoría que no es equivalente al grado 1.1 de PEPRI. Así, se “permite conservar su planta octogonal aportando un valor ambiental en la zona en la que se encuentra. Y con esta figura encajan las obras previstas en la UE 16-17 del PEPRI, donde se prevé incluso proyectar un nuevo edificio que pueda cubrir necesidades actuales y futuras”.
En busca de mantener la identidad
En julio, cuando se aprobó el anteproyecto de reforma de sa Peixateria, la Ponencia Técnica había indicado que las construcciones anexas tendrán que reducir las alturas al mínimo, con el fin de no afectar a la forma originaria del edificio.
“El anteproyecto explica el tipo de materiales que se utilizarán, como la madera, el hierro, el acero corte y fija también la construcción de la cubierta, que será totalmente de madera. Además, se ha acordado la eliminación de todas las columnas centrales para aprovechar al máximo el espacio de la sala del edificio de Sa Peixateria”, había explicado en su momento el concejal de Urbanismo, Actividades, Patrimonio Histórico y Vivienda de la Ayuntamiento de Ibiza, Juan Flores.
Además, en la memoria del proyecto se destaca: “Se busca un diseño funcional y purista que mantenga la identidad de sa Peixateria mientras se adapta a las necesidades del entorno cultural y social de la ciudad”.
La iniciativa tiene un presupuesto total de 2.026.358,41 euros, financiados a través de los fondos de Capitalidad.