El Consell de Formentera ha decidido alzar la voz ante lo que considera una situación insostenible en la atención a menores inmigrantes no acompañados.
Durante una reunión celebrada este jueves en el Consolat de Mar con la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, el presidente del Consell, Óscar Portas, anunció que solicitará ayuda económica al Gobierno central para afrontar los costos derivados de esta responsabilidad.
Un llamado a la acción ante la falta de recursos
Portas ha destacado que el Consell no puede asumir en solitario el creciente coste que supone la tutela de menores inmigrantes, calificando la situación como un «abandono». Según el presidente, la falta de apoyo económico del Ejecutivo central agrava un problema que requiere una solución inmediata. “No podemos seguir enfrentándonos solos a esta realidad”, subrayó.
Durante la reunión, se acordó que ambos representantes mantendrán un próximo encuentro para explorar alternativas. Entre las posibles medidas se encuentra la opción de retornar al Govern balear las competencias relacionadas con la tutela de menores inmigrantes, aunque Portas reconoció que esto requerirá un análisis jurídico detallado.
Un problema que demanda soluciones coordinadas
La gestión de menores inmigrantes no acompañados ha sido un tema recurrente en las agendas políticas de Formentera, dado el impacto que tienen las llegadas en los limitados recursos insulares. Portas insistió en la necesidad de una mayor implicación por parte del Gobierno central, asegurando que la situación actual no es sostenible sin un apoyo económico adecuado.
La presidenta del Govern, Marga Prohens, expresó su disposición a colaborar para encontrar una solución conjunta, reconociendo las particularidades y desafíos que enfrenta una isla pequeña como Formentera en el manejo de esta problemática.
Expectativas de cara al futuro
El Consell de Formentera espera que la próxima reunión con el Govern permita avanzar en una estrategia que alivie la carga económica que enfrentan.
Mientras tanto, la institución insular seguirá gestionando la atención a los menores inmigrantes con los recursos disponibles, pero no descarta medidas más contundentes si no se reciben las ayudas necesarias.
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