Una nueva intervención policial ha revelado la sofisticación creciente de la venta ambulante de bebidas alcohólicas en Formentera. Esta vez, el escenario ha sido la playa de Caló des Mort, donde un vendedor operaba directamente desde la costa ofreciendo combinados alcohólicos a bañistas, en un puesto improvisado que incluía hasta pago con tarjeta y carta de precios.
La Policía Local del Consell Insular ha denunciado a la persona responsable y ha requisado 25 botellas de alcohol, cinco de refresco, dos bolsas de limones y otros productos destinados a preparar las bebidas en condiciones sanitarias no reguladas.
“La venta ambulante no solo es ilegal, sino que además supone un riesgo para la salud pública”, ha recordado el Consell.
El antecedente reciente
Esta operación se suma a otra intervención realizada apenas 24 horas antes en la playa de ses Illetes, donde otro vendedor ambulante fue sorprendido operando desde una lancha motora, también ofreciendo bebidas alcohólicas a turistas. Ambas actuaciones evidencian una nueva modalidad de negocio ilegal que combina la movilidad con el marketing improvisado.
En ambos casos, los vendedores incumplían la normativa local y la legislación en materia de seguridad alimentaria, al ofrecer productos sin ningún tipo de control higiénico, refrigeración o permisos.
Qué dice el Consell ante estos casos
Desde el Consell de Formentera se ha lanzado un mensaje claro tanto a residentes como a turistas: no comprar ni colaborar con estos vendedores que actúan al margen de la ley y que suponen una competencia desleal frente al comercio local que sí cumple las normativas.
“Estas actividades perjudican a los negocios autorizados y pueden acarrear problemas de salud a los consumidores”, han advertido desde la institución insular.