Los turistas anhelan vacacionar en Ibiza, aunque el costo del alojamiento en la isla los obligue a estancias cada vez más cortas que se adapten a sus presupuestos. Esta es la lectura que puede hacerse al analizar el comportamiento de las reservas en hoteles ibicencos y compararlas con una temporada atrás.
Así lo explica a La Voz de Ibiza José María Ramón Cardona, CEO de Neobookings, que gestiona herramientas de reserva directa para establecimientos en las Pitiusas.
Buen nivel de reservas
“En general, los datos son similares a los de 2024”, señala el experto. Abril cerró con un 8,6% más de noches reservadas (algo que se debe en parte a que Semana Santa cayó en abril y no en marzo este año), mientras que mayo terminó con un aumento del 2%. Pero el salto más significativo se detecta en junio, donde ya se ha registrado un 13% más de reservas que a estas alturas del año pasado.
“Todavía queda mucho por reservar, pero el comportamiento actual invita al optimismo”, asegura Ramón Cardona. El mercado apunta a una buena temporada turística si se mantiene la tendencia y no hay sobresaltos inesperados.
Estancias medias más cortas
Sin embargo, ese buen ritmo de reservas no se traduce en estancias más largas. Al contrario: “La estancia media en junio ha bajado de 4,59 noches a 3,68, lo que supone casi un 20% menos”, advierte el CEO de Neobookings. En mayo también se ha registrado un leve descenso (de 3,82 a 3,74 noches), mientras que en julio la diferencia, por ahora, es menor: de 5,24 a 5,05.
Este comportamiento muestra un patrón claro: los visitantes siguen queriendo venir a Ibiza, pero recortan los días para ajustar sus vacaciones a sus posibilidades económicas.
Aumento moderado de precios
Los precios del alojamiento explican parte de este fenómeno. En mayo, el precio medio apenas subió de 144 a 147 euros por noche, pero en junio ha pasado de 207 a 220 euros. En julio y agosto, los incrementos también son moderados: 283 euros en julio frente a 276 del año anterior, y 316 euros en agosto frente a 304.
“No estamos viendo subidas descontroladas como en otros años, pero venimos de niveles muy altos”, contextualiza Ramón Cardona.
El ejecutivo señala que “los costes operativos en los hoteles también aumentan”. Por ejemplo, por suministros y por incrementos de salarios vinculados a la dificultad de contratar personal por la crisis de vivienda.
El balance general es positivo, según Ramón Cardona: “Vamos ligeramente por encima de lo registrado a estas fechas en 2024, que fue una temporada récord. Si nada se tuerce, todo apunta a que se repetirá o incluso se mejorará ligeramente”.
Menos cancelaciones
Otro dato que refleja una temporada más estable es la tasa de cancelación, que ha bajado del 27% al 24% en mayo, según los datos globales de las principales plataformas de reserva como Booking, Expedia o canales propios.
Este descenso indica que los viajeros reservan con mayor decisión, pese a los precios y a la presión inflacionaria en origen.
Repunte de mercados europeos
Entre los datos más destacados figuran los mercados emisores emergentes, especialmente en mayo: las reservas realizadas durante el mes pasado procedentes de Países Bajos crecieron un 17%; las de Alemania, un 14%; y las de Italia, un 13%. Todo en comparación con el mismo mes del año pasado.
Por el contrario, el mercado español cayó un 5%, mientras que el británico se mantiene estable. Esto confirma una cierta pérdida de peso del turismo nacional, algo que podría repetirse también en los meses fuertes de verano.