Este domingo, la Policía Local de Sant Antoni detuvo a dos okupas que intentaban volver a tomar posesión de un restaurante del cual habían sido desalojados el pasado miércoles.
El restaurante, ubicado en Sant Antoni, había estado ocupado durante seis años por un grupo de personas que vivían en condiciones deplorables, con riesgos evidentes para su salud y seguridad.
El desalojo inicial fue llevado a cabo por Dani Esteve, dueño de la empresa Desokupa, quien describió la operación como una de las más rápidas y sencillas que ha realizado en los últimos meses.
«Nos llamaron los nuevos propietarios porque habían comprado el restaurante y, tras intentar negociar con los ocupas sin éxito, decidieron contratar nuestros servicios. Fue un proceso muy simple: llegamos, picamos a la puerta, la chica nos reconoció de inmediato y accedió a irse. Todo se resolvió en unos 30 minutos», explicó Esteve en exclusiva para La Voz de Ibiza.
Sin embargo, a pesar de la aparente cooperación inicial, dos de los okupas intentaron regresar al restaurante este domingo, causando daños en la propiedad mientras intentaban forzar su entrada. La rápida intervención de la Policía Local impidió que los okupas lograran su objetivo, siendo detenidos en el acto.
El incidente ha llevado a los nuevos propietarios a considerar el refuerzo de las medidas de seguridad en el local para evitar futuros intentos de ocupación.